Capítulo Especial
By Jungkook—¿Por qué lloras? ¿Te duele mucho la cabeza?
—Me he pegado muy fuerte, aquí –señale mi frente con mi dedo índice, un bulto se había formado por el golpe que me había dado contra la pared.— Quería dejar de pensar ¿A ti no te pasa?
—Nop. ¿Quieres un dulce? —Jimin me limpio los mocos con la manga de su sudadera, luego me limpio las lágrimas con sus pequeños dedos, él era muy suave y cuidadoso.
—No quiero.
—¡Niños! –mamá grito desde la entrada de la casa, alguien había tocado el timbre un par de veces hasta que ella atendió. No sabía quién era, no conocía al hombre que había entrado a nuestra casa.
—Cuanto han crecido –dijo ese hombre. No sabía quién era pero me cayo mal cuando intento acercarse a nosotros. De forma defensiva me coloque en frente de Jimin, así no lo tocaba, ni lo cargaba, Jimin me pertenecía.
—La maleta de Jungkook está lista, también tengo esto para ustedes, estaré pendiente de él desde aquí, espero me informes cómo va yendo las cosas con Jungkook. –mamá le dio un sobre de papel a ese hombre y luego me llamo, yo no hice caso, pero Jimin dijo que nos castigaría si no la obedecíamos. Mamá no era mala, era algo estricta y estaba un poco loca.
—Hye, ellos se ven muy bien, Busan no es el lugar para Jungkook, estoy seguro que podemos hacer algo para que se lleven mejor y no se lastimen.
—¡No hay forma! La decisión está tomada.
Bah, conversación de adultos. No me interesaba.
—Kookie, ¿Tú me odias? –Jimin pregunto tras mi espalda, empujándome un poco porque lo estaba aplastando.
—¿Quién dijo eso?
—Hum, lo escuché.
—No te odio, solo juego contigo.
—No me gustan tus juegos.
De repente, mamá caminó desde la entrada de la casa hasta la sala donde estábamos Jimin y yo, tomo de la mano a Jimin y me pidió que me levantara del suelo. No le hice caso, me enojaba cuando ella me hablaba en ese tono de mando, parecía molesta conmigo y esta vez no había hecho ninguna travesura.
Jimin me extendió la mano para ayudarme a levantar, pero se la aparte de un manotazo. Fue allí cuando ese hombre intervino, me tomo de la mano y me levanto del suelo... Aunque fue cuidadoso, yo ya había iniciado un arranque de llanto y berrinche por lo que estaba sucediendo, no entendía nada, me dolía la cabeza y me ardían los ojos.
—Jungkook irá de viaje con papá, Jiminie, despídete de tu hermano.
—¿De viaje? –Jimin y yo nos miramos confundidos, mamá no nos había hablado de ningún viaje.
—¡No quiero ir! ¡No quiero!
—¡No quiero que se vaya! ¡Mamá!
—¡No quiero ir! ¡Suéltame, suéltame!
Intenté de todo, me tiré el suelo, patalee, rasguñé la alfombra, golpee con mis puños a ese hombre que era papá, no quería irme, pero mamá si quería, y aunque me hubiera encadenado a Jimin, ellos iban a separarnos, no podía hacer más nada. A los 4 años no se puede hacer nada más que una rabieta.
—No llores, Kookie.. –me pedía Jimin, quién también lloraba.
No recordaba mucho de lo que sucedió después, la visión más clara que tenía de nuestra despedida, era ver a Jimin entregarme un pequeño muñeco de peluche, me limpió las lágrimas con sus pequeños dedos y cuando intento darme un abrazo, mamá lo apartó de mi.