XIV - {Mr. Loverman}

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No diré si la elección ganadora fue o no el "good ending", mejor dejo que sea sorpresa hasta el final... O hasta el próximo capítulo.



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La misma noche en la que les dieron la información a Gustabo y Conway, la policía realizó una redada al lugar indicado por Thomas, donde desafortunadamente no encontraron nada, estaba completamente vacío, lo cual significaba que fuera quien fuera el o los secuestradores, habían cambiado de ubicación, algo que los dejaba nuevamente en medio de muchas preguntas y pocas respuestas.

De cualquier forma, las fotografías tanto del secuestrador como de Auron se encontraban hasta en la tienda más pequeña del país, las autoridades también estaban al tanto de la situación y debían dar aviso ante cualquier novedad.

Reborn, por su parte, sentía cada vez más como si le hubiesen arrancado el corazón, como si una parte de él se hubiese ido. Le tranquilizaba un poco el saber, gracias a su lazo, que Auron estaba con vida, mas no por eso se quedaba de brazos cruzados, pues sus malestares no eran porque el Omega la estuviese pasando bien, al contrario, y eso peor lo hacía sentir.



Desde hace un buen rato que ninguno de sus padres le contestaba las llamadas, algo que lo mantenía aún mas nervioso. Caminaba de allá para acá en la sala de su hogar, sumido en sus pensamientos.

— Debes estar tranquilo, mi madre tampoco me contesta, pero dijo que hoy sería un día movido, es normal que no le presten atención al móvil. — Mara, la prima de Reborn, una bella Alfa que había ido a acompañar al joven para asegurarse de que se estuviese cuidando como era debido.

— Sí, trata de calmarte y esperemos que tengan buenas noticias. — Comentó Dess, quien también había ido para darle apoyo a su primo.

— ¡Es que no puedo, tío! ¡Todos sabemos que...! — Se calló cuando la puerta fue abierta, causando que los tres allí presentes voltearan hacia ese lugar.

— Reborn, no hagas preguntas y solo ve abajo, Jack te espera en el patrulla. — Dijo Michelle sin entrar. Su expresión y tono completamente serios no eran muy esperanzadores. — Mara y Dess, nosotros nos vamos. — Avisó esta vez a sus hijos.



Ese mismo día en la mañana, Auron se encontraba sentado sobre la cama, ya vestido, con lentes de sol y una gorra, sintiéndose nervioso al saber que saldría por fin al exterior... Mas no de la manera que hubiese querido.

— Voy a encender el auto, ve al baño antes de irnos, nos espera un largo viaje y no pretendo hacer muchas paradas. — Le anunciaba su secuestrador antes de irse por donde llegó, dejando abierta, por primera vez, la puerta de la habitación.

Suspiró y lentamente se puso de pie, centrando toda su atención en los pasos que daba, pues si bien hace unos instantes había caminado un poco dentro de esas cuatro paredes, aún así sus piernas se sentían extrañas al hacerlo y su miedo era caer ante un descuido.

Cuando llegó al baño, vio su reflejo tras un largo tiempo sin estar ni cerca de un espejo, y vaya que se veía fatal; las ojeras bajo sus hinchados y rojos ojos no pasaban desapercibidas cuando se quitaba los lentes, las marcas ya moradas en su rostro debido a los golpes recibidos eran muchas, su cabello despeinado y mal lavado se veía horrible... Pero había algo que llamó mucho más su atención una vez que, para verificar si en el resto de su cuerpo también habían marcas, se quitó la sudadera y vio que, incluso estando muy bajo de peso, su vientre había crecido, no mucho, mas si lo suficiente para que fuese extraño. Llevó su mano hasta ese lugar y una extraña sensación de tranquilidad lo invadió de pies a cabeza, haciéndolo cerrar sus ojos y acariciar lentamente la zona.

Karmaland's Maid Cafe // RebornplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora