Sunghoon retiró con el ceño fruncido sus auriculares. Los había llevado puestos por cuatro noches enteras consecutivas y comenzaba a dolerle los oídos, pero no tenía planeado dejar de usarlos.
En aquellos cuatro días hablaba con Heeseung hasta quedarse dormido por la música que el otro tocaba especialmente para él. Después de la primera vez, Sunghoon no pudo quitarse la sonrisa del rostro durante el día entero, y como era de esperarse, las burlas de Jay no se hicieron esperar.
—Pareces un tonto— Jay lo miró con una ceja alzada, burlándose del actual estado de su amigo.
—Al menos yo lo parezco.
No le importó lo bobo que podía ser Jay en esos momentos y tampoco en los siguientes tres días, ni si quiera se preocupó en sentirse enojado. No le interesaba. Estaba extrañamente feliz y sabía que la razón de aquella emoción era Heeseung, pero su subconsciente trataba de ocultar aquella información y se hacía creer así mismo que estaba feliz por la llegada del Halloween.
Ahora mismo podía ver su reflejo brillante en el espejo de los baños del instituto, sintiéndose incluso un poco patético ante las nuevas emociones, pero fue interrumpido con la puerta del lugar abriéndose, dejando ver a un chico más bajo que él sosteniendo el puente de su nariz, su cabeza estaba inclinada hacia atrás, y no fue hasta que vio las pequeñas gotas de sangre en el piso que comprendió la situación del otro.
—No creo que sea bueno tener la cabeza en esa posición.— Sunghoon no sabía mucho de primeros auxilios, pero su madre la había enseñado que la sangre debía salir y no tratar de retenerla.
Sunoo miró en la dirección de la persona que le hablaba y se sonrojó completamente al ver a Park Sunghoon frente a él. Se sentía avergonzado de conocerlo de esa manera.
—¿Qué debería hacer entonces?— el menor siguió con la mirada al otro, quien se movió rápido para llevarle más papel higiénico.
—Inclina tu cabeza al frente un poco, la sangre debe de fluir— cuando Sunoo hizo eso más sangre comenzó a salir, salpicando el lavabo frente a él, pero se detuvo después de varios segundos —Termina de limpiarte
Park tomó más papel, agachándose para limpiar las gotas de líquido rojo que habían caído en el piso, posteriormente dejando los desechos en el cesto de basura.
—Gracias por ayudarme— la voz de Sunoo lo sacó de su pequeño trance.
—Oh... No es nada— Sunghoon hizo una pausa mientras lavaba sus manos nuevamente —¿Puedo preguntar cómo...
—Ah, claro...— Sunoo rió suavemente —Estaba en mi clase de deportes jugando Voleibol, pero no me percate que la pelota venía hacia mí.
La risa de Sunghoon resonó en todo el lugar, haciendo eco, y al mismo tiempo, haciendo que el corazón del menor latiera fuertemente. Si antes estaba fascinado con la idea que tenía de Sunghoon, ahora estaba más que maravillado.
—Debes tener mucho cuidado o la próxima vez van a romperte la nariz.— terminó de lavar sus manos y las secó frotando estas en sus ropas —Aunque deberíamos ir a la enfermería.
Kim asintió tratando de no lucir emocionado. Limpió los restos de ADN de sus manos y ambos salieron en rumbo al lugar predicho.
Caminaron en silencio por los pasillos actualmente vacíos, siendo Sunghoon quién veía de reojo al extraño a su lado para confirmar que no estaba mareado o que pudiera experimentar algo similar a un malestar.
Sunoo gritó internamente cuando notó las pequeñas miradas que había entre ellos.
Finalmente llegaron y entraron a la enfermería, cerrando la puerta detrás. Park le explicó lo que había sucedido a la enfermera y esta rápidamente sacó un bloq de notas, preguntando cosas al otro chico que ya no logró escuchar; se había perdido en la típica decoración de época del consultorio, viniéndole a la mente los recuerdos de las últimas noches.
ESTÁS LEYENDO
𖥔 ִ ۫ ˑ halloween ! heehoon ִˑ
Ficção Adolescenteh̶e̶e̶h̶o̶o̶n̶ | La problemática de Sunghoon va más allá de los límites que pueda imaginar. No entiende en qué momento su vida cambio de ser tan simple a tener que correr a los brazos de un completo extraño (no tan extraño) cuando trata de huir de...