El aire puro de la calle entraba en sus pulmones, dándole el mayor placer. Aunque solo había estado tres días en la habitación del hospital, se sentía liberado al volver estar afuera. De todas formas, estuvo postrado en una cama durante dos meses y ahora caminaría, correría, saltaría, haría cualquier cosa que le alegrara la vida. Pues Louis fue más consciente de aquella frase "la vida es corta" y él se prometió darlo todo y aprovecharla al máximo.
Los exámenes médicos salieron a la perfección, no había nada en su salud de lo que preocuparse, solo le advirtieron volver para el seguimiento reglamentario tras la demencia sufrida. Era bastante sorpredente cómo ninguna otra parte de su cerebro fue dañada sin consecuencias peores, y la amnesia solo afectase a su capacidad de recordar, pues podría haber dañado su capacidad de lenguaje o de gestión de emociones. Pero no, todo aquello estaba intacto. Louis realmente estaba bien. O eso al menos creía.
Aún la curiosidad y el miedo le rondaba por su cabeza, sin embargo sabía mantenerlo a raya y mirar hacia delante, y es que nadie le comentó nada que debiese haber recordado con mucha importancia. Para él, lo olvidado solo fueron momentos y personas sin más, algo que se podía remediar volviendo a hacerlo todo y dejándose llevar por aquellos con los que se juntaba. No era ningún drama para Louis, aún siendo un tema delicado su pérdida de memoria.
Cuando su padre se lo explicara , todo volvería a la normalidad y Louis empezará de nuevo su vida, sin olvidar nada ni a nadie. Él seguiría siendo el mismo.
Su madre y él estaban esperando al coche que vendría a recogerlos y en pocos minutos ya estaban dentro en dirección a casa. Louis no había hablado con sus tres amigos desde la tarde anterior, pero estaba seguro que los vería pronto, aún tenían mucho de lo que hablar y divertirse. Divertirse. Eso era lo que tenía en mente Louis desde el primer momento, quería salir, beber, hacer cualquier cosa para despejarse de aquello que había sufrido.
Jay no veía con buenos ojos que Louis fuera dado de alta tan pronto y esa emoción de su hijo le dejaba perpleja porque nunca creyó que se pudiera tomar la situación tan fácil. Mejor así, ¿no?, tal vez, pero para ella todo era una farsa, estaba segura de que algún momento Louis explotaría. Tenía razón, pues la ignorancia era el mejor antídoto.
Louis, mientras tanto, miraba sonriente el paisaje por la ventanilla. Era como emocionarse por cualquier trocito de realidad que veía, cosas tan simples pero que le daban vida, se sentía como si estuviera estrenado y debiera probarlo absolutamente todo, aunque en su anterior vida ya lo hubiera hecho.
Haría que esa segunda oportunidad valiese la pena.
Jay miró de reojo a su hijo, y éste al notarlo dirigió su mirada hacia ella. Se sonrieron, tapando cada uno el dolor que en su interior iba creciendo poco a poco.
Después de veinte minutos de viaje, llegaron a casa. Bueno, a esa enorme casa. Madre e hijo llegaron al interior y cuando se adentraron al salón principal, el móvil de Jay sonó. Se alejó para atender la llamada dejando a Louis allí plantado. Tan jodidamente feliz. Suspiró y observaba cada rincón, como si fuese la primera vez, aún acordándose de su casa parecía que habían pasado años desde que la pisó por última vez.
Andaba despacio, posando sus ojos en los muebles, el televisor, las mesas, las sillas, la foto encima de la estante....¿La foto? ¿Desde cuándo había una foto allí? No tenía ni idea de por qué se extrañaba tanto de ver una foto suya encima del estante pero era como si su mente colapsara. No le dio importancia y siguió caminando, llegando a la cocina. La voz de su madre hablando se escuchaba de fondo. Tenía hambre así que se dirigió al refrigerador y al querer abrirlo se percató de algo. Había un papelito pegado en él, de color verde y marcado con un corazón. Estaba algo desgastado. Lo despegó y leyó en voz baja.
ESTÁS LEYENDO
¿Nos conocemos? (L.S.)
RomanceLouis pierde la memoria, y con ella, los cinco años que pasó con Harry. Borrón y cuenta nueva en un cuaderno de melodías. Al principio, la daga era solo eso, una daga que solo cortaba, que hacía daño, vacía por dentro. Un arma afilada que solo pre...