•Black out days•

• El juego está por comenzar •

Carlise cullen

Edward, Jasper y Alice se fueron a buscar a Ares en la profundidad de la india. Teníamos que convencer a su hermano de ser él quien le quitará su maldición.

Yo, estaba buscando formar un ejército de inmortales para pelear. Mis viejos amigos aceptarían pelear ante los Vulturi y también contra los sangrados, que eran los responsables de aterrorizarnos con destruir a todos los de nuestra especie.

Bella hizo que el culto de Sam Uley se uniera con nosotros y peleará contra los Vulturi.

En menos de dos semanas, ya estábamos listos para pelear, pero el tiempo era lento y Bella aun no conseguía tener a la niña.

Carlise: Debe de haber alguna forma de que traigas a esa niña para el día del encuentro- me puse de pie y mire a Bella.

Bella: Tengo una idea, pero creo que es algo arriesgado- me miró con sus profundos ojos dorados.- Los estuve espiando por días, y al parecer mi tío sigue siendo el mismo idiota de siempre... La mamá de la niña tiene cáncer, y él tipo se quiere deshacer de la niña.- cerro lo ojos por un momento- Mañana tendrán un viaje por carretera, así que tengo pensado provocar un accidente y tomar a la niña.

Emmett:¿Qué pasará si la niña muere?

Bella: La trasformare- se echo su cabello para atrás.

Carlise: No permitas que nadie te vea, y ten cuidado- me puse de pie y salí de la habitación.

Entre a la sala y tome el libro donde tenía la pintura de Serket y yo. Verla sonreír de esa forma, me hizo recordar los bonitos momentos que vivimos juntos.

Pero su brillo y bondad que tanto la caracterizaba, murió en el momento que se interesó en la magia oscura y también cuando ofreció su alma para salvar a uno de los suyos.

Se convirtió en una despiadada alma con sed de venganza y de matar a todo aquel que se le pusiera en su camino.

Yo estaba dispuesto a morir si eso era lo que ella deseaba, yo estaba dispuesto a salvarla sin importar que matara a uno de los míos.

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El olor a un nuevo inmortal en mi casa, me hizo correr rápido hasta mi balcón, y ahí estaba él. Se encontraba viendo hacia el bosque y parecía estar muy concentrado en lo que veía ahí.

Soltó una carcajada y negó varias veces con la cabeza; se dio la vuelta y me miró con una gran sonrisa.

Carlise: Ares, que sorpresa tenerte aquí- le extendí la mano hacia enfrente para saludarlo y él la tomo.

Ares: Veo que mi hermanita hizo que tus muchachos mataran a dos inmortales- rió- Vaya forma de decir que estaba cerca de arrancarte la cabeza.

Carlise: Ese no es mi problema- mire fijamente sus ojos verdes- Los sagrados quieren matarla, al igual que a todos nosotros. Ser un inmortal con simples dones nos hace débiles para su nuevo mundo.

Ares: Pero no a Edward y a Alice-  dio unos pasos hacia enfrente- su don es interesante y muy poderoso. Ahora veo porque los amigos de victoria les tenían tanto miedo- soltó una carcajada.

Carlise: Descubrí una forma de quitarle la maldición a tu hermana. Es una forma no muy segura, pero la practicaban desde mucho antes de que nosotros existieramos- camine hasta el barandal y me recargue- Sin su poder, ella estará a salvo y volverá a ser la serket que conocimos.

Ares: La maldición debe tomar otra alma....- me miró.

Carlise: Lo sé, y es por eso que te he traído aquí. Creo que es momento de que pagues esa deuda que tienes con Serket, y ofrezcas tu vida por ella, tal y como ella lo hizo contigo- lo miré.

Ares: ¿Qué te hace creer que yo no soy más poderoso que mi hermana?- me sonrió con diversión.

Carlise: No hay nadie como ella, y es por eso que quieren matarla- mire hacia el bosque.

Ares: ¿Y qué pasará cuando los sagrados vengan a pelear?

Carlise: Tú y nosotros pelearemos contra ellos.

Ares: Ella nunca te lo va a perdonar, incluso si sabe que lo hiciste para protegerla.

Carlise: Entonces viviré con eso, pero al menos sabré que sigue en la misma tierra en la que yo estoy...