VI

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-¡Dejame en paz!-grite exasperada. Trate de soltarme de su maldito agarre, pero era imposible-, yo no elegí esta jodida vida.

En sus ojos se veía la desperacion y la ira. Él no comprendía mi dolor. Tenía que entender que de alguna forma no quería estar con él, maldita sea.

-Cierra la boca, Lisa. Tu deber es estar conmigo, siempre.-me agarro nuevamente de la cintura, ¿qué problema tenía con mi cintura?, joder. -No me toques los cojones. No sé qué mierda estabas haciendo con ese marica, pero de una vez te advierto que no te dejaré ir. Tú eres mía, quieras o no-me apretó aun más a él. Su boca fue lentamente hacia mí cuello, sentí su aliento caliente en este.

Nerviosa traté de alejarme de él, pero estaba aprisionada en sus brazos, no me soltaria.

-Déjame en paz. Tú nunca me amaras, yo quiero amor, Jungkook-sentí mis ojos pesados, iba a llorar, no quiero esto-Lo sé, debo parecer patética diciendo ésto, pero yo quiero amor, quiero ser amada. Hyunji-no alcancé a decir nada ya que pego un grito que me sobresalto.

-¡No hables de ese jodido hijo de puta!-en sus ojos se veía la furia, su cara estaba roja de lo enfadado que estaba, estaba tenso-Soy un maldito egoísta, Lisa. No te prometo amor, pero te tendré como a una reina, tendrás todo lo que quieras. Pero no me pidas que te entregue a otro, eso si que no lo permitiré-mis manos se hicieron puños, ¿cómo podía ser tan egoísta?, maldito.

-¡¿Cómo puedes ser tan jodidamente egoísta?!-grite exasperada, esta mierda no me gusta-¡Quiero libertad, contigo no la tengo! Entiéndelo joder-sentí las lágrimas sobre mis mejillas, Dios por favor ayúdame.

Sentí como fui lanzada a la cama con fuerza, mi cabeza rebotó y estaba un poco aturdida. Mire hacia arriba y estaba Jungkook, estaba acorralada, nuevamente.

-¿Es qué acaso quieres que te demuestre a quién perteneces, eh?-tomó mis dos manos y las puso arriba de mi cabeza, mierda-Estás jodida, Lisa. Eres mía, mi mujer, mi novia, como quieras llamarle-se acercó a mí rostro que, claramente sé que está sonrojado, y quizo besarme, pero rápidamente me moví hacia un lado.

Derrepente senti como algo caliente estaba en mi cuello, ¡eran sus labios! Mierda, ¿qué debo hacer?

-Déjame en paz,-fue lo único que salió de mi boca, nisiquiera lo grite, salió un susurro casi que no se escuchaba-no quiero estar contigo, Jungkook. ¡Entiéndelo, no te quiero como hombre ni como ninguna mierda!-ahora si grite, me estaba desesperando, no quería ser controlada y humillada como mamá.

-Mala suerte, cariño.-me dijo mientras mordía mi lóbulo y soltaba una de sus manos , y con la otra tomaba las dos y las sostenía aun más fuerte. Con su otra mano, que ahora estaba suelta, fue bajando poco a poco hasta llegar a mi parte, mierda-Porque la única polla que tendrás entre tus piernas, será la mía, ninguna otra.-subia y bajaba su mano lentamente en mi parte, ¡joder!

Mis ojos ardían mucho, nuevamente estaba llorando. Mientras el seguía con lo suyo yo sentía como mi cuerpo empezaba a reaccionar y eso era malo, muy malo.

-Dí que eres mía-me congele, no podía obligarme, eso sí que no-Dilo antes de que te obligué-movió su mano aun más rápido ahí abajo, joder. No pude evitar soltar un pequeño gemido reprimido, ¡mierda! Tenía que hacer algo.

Rápidamente levante mi rodilla y le pegué en su parte, grito de dolor y cuando me soltó, me fui corriendo, su grito empezó de dolor a furia, estaba cabreado, muy cabreado. Me fui al baño lo más rápido que pude y me encerré. En un momento todo estaba en silencio, pero luego escuché como sus zancadas se acercaba a la puerta y como golpeaba con fuerza esta.

-Abre la jodida puerta, ahora.-hablo demandante, seguian los golpes retumbando, no le iba abrir, claro que no-Abrela o la abriré yo, y eso no te conviene-empecé a sentirme mal, me dolió mucho la cabeza, pero no le abriría.

-Déjame ir, por favor.-de un momento a otro estaba llorando fuertemente, mientras tenía las manos en mis rodillas y me escondía de él-Me iré y si quieres le dices a mi padre que estoy muerta, o no lo sé. Me puedo desaparecer, y no te molestare-hablaba entre cortado y sintiéndome aún más mal, sentía que me iba a desmayar-Podrás hacer tu vida con quién tú quieras y yo con el que quier-

No pude seguir hablando ya que el sonido de un disparo retumbó en todos lados, la puerta fue golpeada con una patada y no quize mirar hacia arriba, sabía que él estaba ahí.

-¿Cuándo vas a entender que no te dejaré ir?-escuche como se acercaba y se agachaba, pude sentir como quería tocar mi brazo, pero al sentir su tacto un escalofríos recorrió todo mi cuerpo y me alejé rápidamente-No podría soportar verte con otro hombre, Lisa- me moví incómoda, ¿por qué simplemente no me deja ir?-Tú eres el sol que ilumina mis días. Desde que te conocí algo en mi se prendió, y al saber que serias mi esposa no podía estar más feliz, al saber que tú ibas a ser mi esposa, mía.

Todas esas palabras las iba escuchando como si estuviera muy lejos, mi garganta ya no podía más, menos mis ojos. Sentía que me moría, mi cuerpo ya no podía más, mis fuerzas se iban y solo quería decirle que me dejara en paz.

-Por favor, no me hagas esto, no me necesitas-sentí como me abrazaba, como si él dependiera de eso, como si dependiera de mí-déjame ser libre, por favor.....-mi cuerpo poco a poco iba dejando de hacer fuerza, no tenía más fuerza para esta mierda, no podía más.

-Lo siento, Lisa-me susurró entre cortando, ¿estaba llorando?-No puedo dejarte ir-mis ojos de iban cerrando lentamente, tenía que seguir luchando por mi libertad, pero no tenía fuerza. Ya estaba por cerrar mis ojos completamente, pero antes de cerrarlos él dijo algo que no podría olvidar-No ahora que te encontré. Eres mía, mí luna.

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Mis queridas lectoras, disculpen la demora, ayer no alcanze a actualizar, perdón.

Les quiero mucho, gracias por todo. <33

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Destino cruel ¦¦ 𝐿𝑖𝑧𝑘𝑜𝑜𝑘. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora