El Misterio Detrás De Él(COMPLETA✔️)

Capítulo 2

Capítulo 2
Vuelta a la normalidad

Ha pasado una semana desde que me enteré de la infidelidad de mi ex novio Alexander. La verdad al principio me costó sobrellevar todo, eran dos años con él, dos putos años con quien creía que era el amor de vida, al cual después de tanto tiempo pidiéndomelo acepté y le entregué mi virginidad, algo que era muy importante para mí, fue bonito y no me arrepiento de haberlo hecho con él, como dije...En ese momento era lo que sentía.

Mi madre y mi padrastro se llevaban muy bien con él, era su "yerno" perfecto, con mi padrastro solía ir a pescar por las tardes a las playas más cercanas de nuestra ciudad, a mi madre la ayudaba a hacer la comida muchas veces junto conmigo.

Cuando se enteraron de la noticia se quedaron destrozados y a la vez impactados, me han ayudado muchísimo a intentar superarlo con sus cariños y palabras.

Después de toda una semana no he ido a clases, he tomado apuntes y he hecho todas las tareas gracias a mis amigas, no me sentía preparada para enfrentar todo y encontrarme con mi ex mejor amiga y mi ex novio juntos, según Ana y Ari nuestra ruptura les ha servido para formalizar su relación oficialmente.

Mi madre y Javier me comprendieron y me dieron todo su apoyo para seguir adelante por eso vuelvo hoy a clases después de una semana sufriendo y llorando.

Me encuentro alisando mi melena larga y castaña, he decidido arreglarme un poco más para que sepan que ya no voy a derramar ni una sola lágrima por ese cerdo llamado Alexander.

Me puse un vestido color negro que me llegaba hasta los muslos, estaba ceñido a mi cintura marcándose perfectamente mis curvas, y por último unas botas del mismo color con un poco de plataforma para parecer más alta. Puse rímel en mis pestañas e hice un intento de eyeliner que resultó acabar bastante bien. Me coloqué un collar que me regaló mi madre al cumplir mis 17 años y mis típicas pulseras.

Cogí mi mochila poniéndomela en un hombro y bajé las escaleras hasta ir a la enorme cocina, es la parte que más me gustaba de la casa, aparte de la comida, lo que admiro es la inmensa isla de mármol blanco rosado. Mi madre está cocinando su plato estrella, las famosas tortitas con nata y fresas.

Sonrío al verla con su delantal, está de espaldas a mí y no puede verme.

Me acerco a ella sigilosamente—¡Buenos días mamá!—ella pega un brinco y se lleva su mano al corazón, me río al ver su cara de asustada.

—¡Raquel!—me da un golpe suavemente en mi mano, al ver que no paro de reír ella sonríe observándome—Me alegro de que te encuentres mucho mejor.

—Lo estoy mamá, gracias a vosotros—le doy un beso en la mejilla y me siento en el taburete de la isla—¡Tortitas! 

Ella emplata la comida y me la sirve, cojo el tenedor y empiezo a devorar la comida en un momento.

—Raquel, más lento que te vas a ahog...

Empiezo a toser y toser, mi madre se acerca y me da palmadas en la espalda, bebo un poco de zumo y trago todo poco a poco. Una lágrima cae por mis mejillas por el pequeño susto que me acabo de llevar.

—Perdón...

—Te tengo dicho que comas más lento como una persona normal y no como un animal depredadador. 

—Sí señora—hago un ademan como los del ejércitos y ella me sonríe.

—Venga, déjate de tonterías y ve saliendo que vas a llegar tarde.