Aquella persona a la que había jurado proteger ahora estaba desparecida no había rastro de el, pues se habían separado, ahira el pelirojo se encontraba enterrando los cuerpos de aquella casa con la ayuda de un chico con máscara de jabalí.
El pelirojo cada vez se culpaba más a si mismo tal vez si fuera más fuerte habría sabido que estaba en problemas o quizas nunca se habrian separado.
Por otro lado, Zenitsu, aquel chico que apenas si recordaba su nombre se encontraba devorando carne humana y lo hacia como si fuera el más delicioso de los platillos.
Luego de terminar y dejar solo los huesos se retiro de ahí y fue a buscar más gente a la cual devorar, pero, para su desgracia, cuando salió de aquella cabaña se quemó y gracias a sus reflejos pudo retroceder.
Zenitsu: Agh! Que es esto?! Duele mucho.. *MALDITO SOL!!* -Grito lo ultimo para si mismo y se adentro en lo más profundo de la cabaña.
El rubio se quedó en la cabaña en donde se encontraba aquel humano al que había devorado hasta que el sol por fin se ocultó y la luna salió.
Zenitsu: Por finnn... pense que tendria que quedarme ahí para siempre, que aburridoo, además, tengo hambre -dijo lo ultimo frotando su estómago con la palma de su mano, mientras salía de esa cabaña.
Zenitsu se había ido en dirección a un pueblo donde devoró al menos a cien personas, ahora se encontraba retirándose antes de que llegaran aquellos fastidosos cazadores, y aunque la idea de enfrentarse a uno no le desagradaba en lo absoluto aún nesecitaba volverse más fuerte.
Caminaba sin rumbo alguno mientras esperaba que el sol no saliera, aunque al final decidió quedarse en aquella cabaña que había encontrado en medio del bosque, en donde al parecer aquel señor vivia solo.
Se adentró en la cabaña y la arregló a su estilo y gusto quedando mas o menos asi:
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(IMAGEN MUY MAL EDITADA)
Zenitsu no sabía para que eran esos muebles acolchondos y al parecer había otro que era algo más grande y mas largo solo que este era plano y poseia unos palos de madera en la parte superior e inferior del mueble.
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La rutina de Zenitsu era la siguiente: se hospedaba ahí mientras era de día y salia a comer de noche, para su conveniencia había alrededor de diez pueblos rodeandolo.
Nada de eso había cambiado hasta un día que decidió explorar más alla.
Zenitsu: Quien eres tu? No suenas como un humano.. -dijo mientras miraba a aquel demonio que se encontraba de espaldas.
