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Capítulo 24

Regresamos a casa de Tyler para coger el coche de Olivia y poner rumbo a la ubicación que Mike le ha enviado a Tyler. Está a más de una hora en coche. Tyler no para de protestar y de maldecir a Kenny y Mike por estar tan lejos. Por suerte, el viaje pasa más entretenido con la lista de música que hay puesta. Me sorprende que Tyler tenga tan buen gusto musical. Sonrío cuando empieza a cantar simulando salirle gallos y le empujo haciéndole soltar una carcajada. Tengo el móvil en vibración y lo noto en el bolsillo, lo saco y miro las notificaciones de mi móvil... A la cantidad de mensajes que Kathy me manda. Le había comunicado que me había tenido que ir con un sencillo mensaje y eso no se lo había tomado muy bien... Al parecer.

Al cabo de una hora llegamos a un cruce en medio de la autopista. El camino que nos indica el GPS es en dirección al bosque. Está demasiado oscuro, dadas las altas horas que son y nuestro coche es el único por los alrededores. Dar miedo es lo único que se me ocurre en estos momentos para describir lo que vivo. Me fijo que el símbolo de la gasolina está parpadeando.

—Tyler, la gasolina.

A simple vista no veo ninguna, tampoco ninguna señal que indique alguna cercana.

—Joder... — maldice tocando la pantalla del GPS —La gasolinera más cercana está a unos quince minutos de aquí. Nos pilla de paso a la que volvamos, así que recogemos a estos dos gilipollas y repostamos — le miro no muy segura —No te preocupes, hay gasolina de sobra.

—Espero — saco el móvil mientras nos volvemos a poner en marcha y entramos por el camino de tierra hacia el bosque —Se esperan precipitaciones.

—¿Enserio te crees el tiempo en las aplicaciones? El noventa y nueve por ciento de las veces es todo mentira. Además, no tiene pinta de que vaya a llover.

—Siempre miro el tiempo en el móvil y siempre ha acertado.

—Eso será en Manchester, aquí esas cosas no funcionan — ruedo los ojos bloqueando la pantalla y me cruzo de brazos.

Los baches que hay en el camino nos mueven de un lado a otro. Estamos más que metidos en el bosque. Apenas consigo ver más allá de los árboles. Tyler para el coche cuando estamos en la ubicación que nos ha pasado Mike y abre la puerta del coche.

—¡Mike! ¡Kenny! — grita saliendo del coche —¿Los ves?

—Tyler, aquí no se ve nada. Si estuvieran cerca nos daríamos cuenta, dudo que decidan quedarse a oscuras en medio de un maldito bosque teniendo linterna en el móvil.

—Si es que siguen teniendo batería.

Vuelve a meterse dentro y saca su móvil para llamarles. Lo intenta varias veces, pero en ninguna de ellas tiene éxito. Lo tira al salpicadero de mala manera y arranca de nuevo el coche para poner las luces largas e iluminar el lugar. Por más que miremos no hay rastro de ellos. Intento llamar yo también, pero tampoco tengo cobertura.

Salgo del coche muy a mi pesar y me muevo en busca de alguna raya de cobertura, sin suerte. Al regresar al coche Tyler está en su interior con el ceño fruncido y mirando el GPS con intensidad.

—Ponte el cinturón, nos vamos — anuncia girando la llave en el contacto.

Cuando pienso que por fin vamos a salir de aquí me da un subidón. Me quedo esperando que Tyler arranque, pero no lo hace. Le miro atentamente. Tiene cogido el volante con fuerza, tanto que los nudillos los tiene completamente blancos.

—¿Qué pasa? ¿Por qué no arrancas?

No me tiene que responder porque cuando sigo su mirada, esta recae sobre el símbolo de la gasolina. Completamente en rojo. Perfecto. Estábamos en medio de un bosque, a oscuras y sin gasolina. Tengo el corazón a punto de salirse de mi pecho.