Capitulo 36: La pérdida

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_ No, llegas justo a tiempo_ Dice Jean, con cierta incomodidad en su voz_ Le estábamos contando a nuestro padre sobre ti.
_ Oh... Tiene sentido. Si quiere que le diga alguna cosa en especial con gusto responderé.
_ Tengo muchas dudas sobre ti_ Exclama el cincuenario, con su voz quebrantada_ Entiendo que eras amiga de mi hija.
_ Supongo que si...
_ Tambien eres la hija del capitán general y peleaste en la última batalla de mi hija.
Black suspira con pesadez.
_ Asi es... H-hice todo lo que pude para salvarla, se lo juro, no soporto pensar que no pude hacer nada_ Dice Black con desesperación en su voz.
Louis se sorprende y su expresión de aprención cambia rápidamente a una de empatía.
_ ¡L-lo siento mucho por su perdida, hice todo lo que estaba a mi alcance para salvarla!_ Agrega Black, haciendo una reverencia.
_ Tranquila, no te culpo por lo que pasó... El disparo desgarró la aorta, no habrías podido salvarla sin estar en un hospital al momento del disparo.
_ Lo siento de todos modos, es una perdida que no es fácil superar.
_ Lo mismo digo... Parece que eran muy cercanas como para que Jean y Laura se dieran cuenta.
_ No era dificil darse cuenta, comían juntas casi todos los días._ Murmura el hermano mayor.
Unos segundos de silencio inundan la habitación.
_ Gracias por invitarme, es algo importante para mí_ Dice Black por lo bajo.
_ Gracias a ti por estar ahí para mí hermana._ Le dice Laura con una sonrisa agridulce.
_ D-disculpenme, voy a llamar a un taxi para ir al... a la ciudad.
_ ¿Segura, Kurenai?_ Pregunta Louis_ Puedes ir con nosotros en mi auto.
_ No quiero molestar...
_ Si eras amiga de mi hija, eres parte de la familia y la familia nunca molesta.
_ Gracias, pero tengo que ir por varias razones a la ciudad. Puedo ir por mi cuenta.
_ Como prefieras._ Murmura Louis.
Black saluda con una reverencia y sale de la habitación con tranquilidad. Se apura para salir del edificio y llama un móvil para que la venga a buscar, se pone un cambio de ropa apropiado para la ocasión y sale a esperar por el auto a las afueras del complejo militar. Se sienta en un banco a la sombra de un árbol y luego de unos minutos le empieza a doler la cabeza. Gradualmente el dolor comienza a hacerse más y más intenso, así que Black cierra los ojos con fuerza, apoyando su cabeza en sus manos, estás a su vez en sus rodillas y ve dos ojos dorados, mirándola y moviéndose en la oscuridad, cada vez más cerca...
Una bocina suena, alertando a Black, haciendole abrir los ojos. Su taxi ya estaba allí.
El camino al cementerio fue tenso. Black hizo una parada en una florería y se dirigió a su destino sin demora. Ya se había tardado demasiado.

Black Kurenai: La Guerra (Boceto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora