lost.

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Sarah's pov

Salí de casa después de murmurar un leve "adiós" a mi madre, nuestra relación había mejorado bastante en los pasados seis meses, desde aquello que paso me apoyé en ella, fue como ver un poco de luz en la oscuridad en la que me estaba arroyando

Llevé los cascos a mis oídos reproduciendo Another love dejando que la música me consumiese de camino al instituto, era primavera por lo que todavía estaba amaneciendo, me perdí en el amanecer, en las palmeras de Carolina del Norte. Que se balanceaban debido suave aire que hacía, hasta que sin darme cuenta, después de diez minutos llegué al instituto.

Crucé el pasillo observando y analizando de alguna manera a las personas que veía, era algo que me gustaba hacer, pensaba que las personas eran más complejas de lo que solían aparentar y me gustaba ver esas señales, esos gestos a los que muchas veces no prestamos atención y dicen mucho más de una persona que las palabras.

Llegué al final del pasillo, en frente de la que era mi primera clase de hoy se encontraban Michael Brown y sus amigos: Noah Wilson y Ryan Harris riéndose seguramente de alguien que acabase de pasar, eran los más populares de la universidad, no me preguntéis porque, porque no lo sé, algunos dicen que por su dinero, otros por su atractivo, por su estupenda carrera deportiva o sus espectaculares promedios, yo digo que porque la sociedad de hoy en día alaba a los que todos alaben, para todos son increíbles para mí puros imbéciles.

Avancé hasta quedar en frente de ellos, por si no os habíais dado cuenta me llevaba bastante mal con ellos, bueno no con los tres, era más con Michael, personalmente no me había hecho nada a parte de molestarme siempre que tenía oportunidad pero como soy tan empática con la gente, puedo asegurar que es digno de mi desagrado, he visto como trata a la gente, especialmente a las chicas con las que folla.

-¿Os apartáis? – pregunté sin mirarles, no tenía ganas para eso. Sus amigos lo hicieron pero él, como no, se quedó en su sitio.

-¿Qué me das a cambio?- esbozó una sonrisa pícara, sentí asco.

Clavé mi mirada en sus ojos mieles, no vamos a negar que era increíblemente atractivo muy alto con el castaño claro casi rubio revuelto y sus facciones le daban un toque maduro, sus labios eran gruesos y el hecho de pertenecer al equipo de soccer de la universidad también le daba un buen físico.

-Un puñetazo en tu rostro de imbécil, ¿te parece?- crucé mis brazos.

- Uy pero si la niña tiene agallas.

Antes de poder responderle, sonó la campana, anunciando el inicio de clases y aún con esa estúpida sonrisa entró a clase, quitándose del medio.

Me senté al lado de la ventana, esboce una leve sonrisa triste cuando inconscientemente mi mente viajo a hace 6 meses

FLASHBACK

Caminé con una sonrisa tonta cuando West me señaló con una mano su asiento vacío esperando que me sentase a su lado.

-¿Y este milagro?, que me invitas a sentarme contigo, pensaba que te avergonzabas de mí- bromeé

Su expresión cambio a una totalmente seria.

-Nunca me avergonzaría de ti.

Mis mejillas no tardaron el volverse totalmente rojas cosa que le divirtió.

-¿Has hecho los deberes que había para hoy?- me apresuré preguntar- Mejor no lo digas, ya me sé la respuesta.

-Jaja que graciosa- se acercó a mi, demasiado, mi respiración se entrecortó notando como mi corazón bombeaba a mil por horas, nuestras bocas estaban a centímetros cuando se dirigió a mi oído- Para tu información está vez sí los he hecho- susurró, noté como se me ponía la piel de punta antes de que se alejara con una sonrisita y la profesora entrara.