Capítulo 14: Voluntad y Valentía.

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Era de noche y la puerta de la casa de la familia Styles estaba abierta. 

"Muchas gracias Elena, no sabe lo mucho que se lo agradecemos." Anne sonreía, mientras sostenía la mano de la psicóloga, ampliamente agradecida por haber conseguido que su hijo hubiera sido capaz de abrirse después de tediosos días. 

"No tienen que dármelas, solo hago mi trabajo. Yo misma me alegro mucho del buen cambio que Harry parece querer dar. " Elena apretó la mano de Anne con cariño, mirándola a los ojos. "Estoy segura de que podrá volver a ser un chico feliz. Vamos a trabajar con eso hasta conseguirlo." 

Anne no pudo aguantar su alegría y abrazó emocionada a la psicóloga, y es que veía cierta luz después de todo lo que su hijo estaba sufriendo. Elena le correspondió, dejando que ese lado personal que tenía por el caso se viera afectado. 

"Si no le importara, ¿podríamos pagarle mañana? Sé lo bochornoso de la situación y nos sentimos muy ridículos pero esta mañana no he podido sacar dinero de mi cuenta, mi situación laboral me tiene ciertas restricciones con la tarjeta, mañana sin falta reuniré todo el din-" Des hablaba rápido, queriendo salir de esa situación vergonzosa lo antes posible, sin que Elena se ofendiera por el retraso del pago. Aunque los Styles tenían trabajo, el dinero no les sobraba para mucho y cuando había imprevistos debían gestionarlos de manera diferente, teniendo que hacer ciertos ajustes en sus cuentas. Daban gracias a Dios que la universidad de Harry era pagada por la beca que le concedieron al acabar bachillerato con una media excelente. 

"Por favor, no se preocupen, utilicen el tiempo que necesiten. Nos veremos seguido y no habrá problema por acumular sesiones." 

El matrimonio agradecieron de nuevo y después de pedir ambas partes el tutearse, se despidieron. 

***

Mientras tanto, unas escaleras arriba, se encontraba Harry, sentado en la cama aún, mirando hacia la ventana, pero esa vez su mirada no estaba consumida por el sufrimiento, había un pequeño brillo en sus ojos.

Su cabeza le empezaba a dar vueltas a todo lo que Elena le aconsejó después de ese arrebato de emociones. Era bastante curioso y tentador lo sugerido por la chica, pues a Harry no le parecía nada mal. Sin embargo, su memoria siempre le jugaría una mala pasada cuando ese lápiz se hundiera en el papel, pues aún describiendo sus emociones presentes, las pasadas no dejarían de atormentarle. 

De todas formas, lo intentaría, cuando sienta estar preparado. Aún no se sentía con fuerzas de salir a la calle, y mucho menos de volver a la universidad. 

El hecho de no tener noticias de Louis por cinco días le quemaba por dentro, le hubiese gustado estar a su lado, apoyarle, mostrarle todo su amor que él mismo sentía por Louis....pero ya era imposible. Y eso era lo que Elena le repitió mil veces esa tarde. 

"Deja de imaginarte escenas que nunca podrán pasar y empieza a prepararte aquellas que deberás enfrentar." 

Harry resopló cansado, y es que aún no habiendo agotado la sesión entera, se sentía agotado mentalmente. Se tumbó de espaldas a la cama, dejando que su peso lo hiciera, y cerró los ojos. 

Seguía deprimido, seguía teniendo los peores pensamientos en su cabeza, pero al menos esa tarde había recuperado lo que creyó perdido. 

Doble V, como Elena lo llamaba:                Voluntad y Valentía. 


***

El techo de su habitación parecía fascinarle, pues no había dejado de mirarlo por más de diez minutos seguidos. 

¿Nos conocemos?  (L.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora