Gracias Oikawa-san

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Otro campamento de verano, más entrenamientos, sudor, derrotas y victorias, esta vez los equipos reunidos eran Karasuno, Fukurodani, Aoba Johsai y Nekoma

——Yamaguchi
  
——............

——Yamaguchi

Repitió el rubio pasando su mano por frente la cara del pecoso

——¿Mh?, ¿Qué pasa Tsukki?

Preguntó algo aturdido el menor levantando la mirada

——¿Te sientes bien?

——S-Sí, ¿Por qué?

——Estuviste todo el camino en autobús callado y ahora ni siquiera me habías escuchado, estas muy despistado

——No es nada

——¿Te duele el estómago?, ¿Quieres que vaya por medicina?

——Estoy bien. Sólo son unos problemas familiares que me tienen algo inquieto

——Bueno... iré a practicar con Kuroo-san, Bokuto-san, y Akaashi-san

——B-Bien

Susurró el pecoso volviendo a mirar el suelo

——Yamaguchi...

——¿Sí?

——...¿Seguro que te sientes bien?

——Sí

——Si lo de tus padres te empieza a preocupar mucho, seguramente te dará dolor de estómago. Intenta estar calmado, y si te sientes mal envíame un mensaje

——Ve tranquilo

Cuando Tsukishima se fue, Yamaguchi al fin pudo sacar el aire que tenía retenido, era tan difícil estar cerca de él, era increíble que alguien tan genial como Tsukishima se preocupe por él y este a su lado, realmente se sentía agradecido, pero también ese sentimiento lo agobiaba mucho

——Duele

Murmuró cansado sobandose el pecho, esa presión en el pecho cada vez que hablaba con el rubio, el sudor en sus manos al tener a Tsukishima tan de cerca

——¡Mooo!, ¡Iwa-chan que cruel!

——¡Cállate Kusokawa!

——Eso no decías anoche

——¡Uhhh!, ¿Qué paso anoche?

Preguntó con picardía Hanamaki viendo a sus amigos

——Este idiota solo esta inventando cosas

——Esa ni tú te la crees Iwa-chan

——¡Cállate!

——Mooo, ¿Así es como tratas a tu novio?

——¡Una más y te reviento la pelota en la cabeza!

Gritó furioso y avergonzado Iwaizumi yéndose

——¡No me hables así que me pasan cosas!

Le gritó pícaro avergonzandolo más

——Que fácil hacerlo avergonzar

Murmuró divertido tomando su botella para ir tras él

——O... ¡Oikawa-san!

——¿Mm?

Extrañado volteó a verlo, juraba que él era el último en el gimnasio

——¡Ah!, Pecas-chan

——...¿Pecas-chan?

Gracias Oikawa-san (TsukkiYama)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora