CAPÍTULO 35

443 55 0
                                    

"¿Y quién te garantiza que nunca lo haré?"

–Lo siento, yo no... -traté de explicar cuando entré a la habitación de Mau, después de que Aidan se fue-
–No, te disculpes, no estoy molesto -dijo Mau interrumpiéndome-
–¿Ah, no? -pregunté con confusión-
–No -se limitó a decir-
–¿Por qué? Deberías estarlo
–Pues no lo estoy
–No entiendo. Debería molestarte, se supone que tú y yo estamos intentando tener algo -dije mientras fruncía el ceño-
–Pues nuestro intento fracasó, estaba previsto. No estoy molesto porque entiendo que sigues amando a Aidan y también entiendo que tú y yo nunca podremos estar juntos -explicó ocultando su pena-
–No, yo no amo a Aidan -dije negando con la cabeza-
–Eso dices tú, pero tus labios pegados a los de él, decían lo contrario -dijo haciendo un ligero reclamo-
–Yo estoy diciendo la verdad, yo no lo amo -dije y una vez más, volví a mentir-
–No sé qué ganas engañándote a ti misma haciéndote creer que dejaste de amarlo cuando todas sabemos que no es así -dijo en un ligero grito-
–Y yo no sé qué ganas tú confesándome tu amor si no planeas hacer nada para que estemos juntos -reclamé también en un ligero grito-
–Yo no quería confesártelo -gritó-
–Lo escribiste en tu lista de deseos -grité con el ceño fruncido-
–Ok, sí planeaba confesarlo, pero yo quería hacerlo justo antes de morir -confesó-
–Por favor, ni siquiera sabes cuándo vas a morir -dije sin saber lo que a Mau le ocurría-
Mau suspiró.
–Escucha, tal vez cometí un error al confesártelo... No, no "tal vez" -corrigió- Está claro que cometí un error, cometí un grave error al enamorarme de la novia de mi amigo -se culpó- Yo no pienso traicionar a Aidan
–No lo estás traicionando porque él y yo no somos nada
–Se llama lealtad, T/N -gritó- Aidan y yo somos mejores amigos desde la infancia, no puedo traicionarlo
–Ok. Entiendo. Le eres leal a Aidan, ¿pero no te eres leal a ti mismo y a tus sentimientos?
–Mis sentimientos algún día acabaran...
–¿Te refieres a que algún día dejaré de gustarte? -lo interrumí-
Mau ignoró mi pregunta y continuó con su argumento.
–En cambio tus sentimientos por Aidan nunca terminarán, y sabemos que los sentimientos de él hacia ti tampoco -dijo y yo negué con la cabeza-
–De verdad entiendo que eres leal. Pero no entiendo porqué te sacrificas, se supone que deberías buscar tu felicidad, no la de los demás
–Mi felicidad es verte feliz, y tu felicidad es Aidan -dijo esbozando una ligerísima sonrisa-
–No -negué con la cabeza- Mi felicidad no es Aidan porque él me hace sufrir, pero tú no, tú nunca me has lastimado
–¿Y quién te garantiza que nunca lo haré? -preguntó Mau con enfado-
–¿Qué? -pregunté y Mau suspiró otra vez-
–Ya. Olvídalo. Tú y yo nunca podremos estar juntos. Sólo olvidemos esto y sigamos siendo amigos como siempre -pidió Mau-
–¿Olvidar que te gusto y que me gustas? -pregunté con consternación-
–No te gusto, sólo estás confundida
Era verdad.
–¿Qué? ¿En serio? Claro que me gustas -dije tratando de sonar segura-
Mau negó con la cabeza.
–Esta vez sí estás utilizándome para tratar de olvidar a Aidan, y no me molesta, de hecho, me halaga, ¿sabes? Entiendo que este bello rostro y este escultural cuerpo te hayan confundido -bromeó- Y también entiendo que quieras utilizarme para olvidarlo, pero te tengo noticias: no vas a poder, porque lo tuyo con Aidan es como obra del destino; el destino se empeña en que Aidan y tú permanezcan juntos a pesar de todo -explicó- Así que, antes de que digas algo más quiero que me hagas un favor
–¿Cuál?
–Sigue con Aidan, así me ayudas a olvidarme de ti y de paso tú eres feliz y yo también -sonrió- Piénsalo, es un ganar-ganar
–¿Y si yo te quiero a ti? -inquirí con los ojos cristalizados-
–Sí, yo sé que me amas, pero como tu amigo, mejor dicho, como tu hermano. Si tú y yo somos pareja eso sería como una especie de incesto y eso no es lindo. Lo que sí es lindo es que sigamos siendo amigos, hermanos, y que Aidan y tú vuelvan a ser novios -dijo y sonrió atenuadamente-
–Pero a mí me gustas tú, no Aidan -seguí insistiendo a pesar de que sabía que esa no era la verdad-
–¡Que no! -dijo con enfado- No te gusto, sólo te atraigo, y es que, repito, comprendo que mi físico te sea irresistible. Viste mi bello rostro, probaste mis labios y te confundiste. Pero tu verdadero amor es Aidan, no yo. Y eso no me molesta. Lo que sí me molesta es que tú sigas aquí cuando deberías estar ahora mismo con Aidan, ofreciéndole disculpas y diciendo que lo amas -dijo sonriendo ligeramente-
–¿Por qué me haces esto? -pregunté consternada-
–Sólo cuido de ti y de tu felicidad -dijo esbozando una sonrisa-
–Si realmente cuidaras de mi felicidad, dejarías que estuviéramos juntos -reclamé-
–No insistas. Yo no soy tu felicidad, bueno, sí lo soy, es decir, tú y yo somos felices siendo amigos, no siendo novios. Al contrario de Aidan y tú, él y tú sí son felices siendo novios -dijo y yo negué con la cabeza
–Yo creo que Aidan y yo funcionamos mejor como amigos
Tal vez yo tenía razón, Aidan y yo sí funcionábamos mejor siendo amigos, eso si evitáramos la tensión de cuando estábamos juntos y el que él intentara besarme cada que podía.
–Pfff, ajá, lo que digas -dijo Mau riendo- Ok, hagamos esto; por qué no dejas que Aidan siga en tu vida como tu amigo, y luego, cuando ambos estén listos, vuelven a ser novios -dijo y sonrió como si su plan fuera magnifico-
–Y si mejor hacemos esto; por qué no dejas que tú y yo seamos novios, y Aidan y yo sólo amigos -dije sonriendo ligeramente-
Mau rio.
–Porque así no es esto, así no funciona, eso ni siquiera sería posible en un Universo paralelo. No podemos invertir los papeles, no es posible -sonrió mientras negaba con la cabeza- Escucha, te diré lo mismo que le dijiste a Aidan: yo sólo puedo ofrecerte mi amistad, así que, ¿lo tomas o lo dejas?
–Lo tomo -me rendí por fin-
–Bien -dijo y me chocó el puño- Ahora, si me lo permites, iré a hacer algunas cosas -dijo y empezó a caminar hacia la puerta-
–¿Qué cosas?
–Cosas -dijo, y sin más, se marchó-
Sabía que de las más de 268 cosas que había dicho Mau eran broma, o simplemente no eran ciertas; sabía que estaba mintiendo. Obviamente le molestaba y le dolía verme besándome con Aidan, pero él sabía que yo estaba confundida, claro que tenía razón, por eso hizo como si le diera igual, para apartarse y permitir que Aidan y yo volviéramos a estar juntos. Por otra parte, llegué a creer que Mau tenía una obsesión con la muerte, a qué se refería con "yo quería hacerlo justo antes de morir", es decir, cómo planeaba de decirme que le gustaba en su lecho de muerte, si para que eso sucediera todavía faltaban como 268 años, o eso creía yo.

Aidan Gallagher, ¿mi verdadero amor? (Aidan y tú) [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora