CAPÍTULO 38

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"¿Secuestrado?"

La noche en que Mau salió del departamento diciendo "iré a hacer algunas cosas" no regresó a dormir y no pude evitar preocuparme.
–Hola -saludé a Aidan la mañana siguiente en clases-
–Uh, hola. ¿Hiciste el ensayo? -dijo tratando de ser indiferente-
–Eso no importa ahora. ¿Sabes algo de Mau? No lo he visto desde ayer, no llegó a dormir -expliqué alarmada-
–Cálmate. ¿Ya intentas llamarlo?
–Ay señor obviedad -rodé los ojos- Eso es lo primero que hice, pero al parecer su celular está apagado
–¿Señor obviedad? -preguntó sonriendo y yo volví a rodar los ojos- Ahora que lo mencionas, tampoco he visto a Roby desde ayer, es decir, tampoco vino a clases y...
–¿Tú crees que Mau y Roby...? -dije interrumpiéndolo-
–No, a Roby le gusta Franco -se apresuró a aclarar-
–Oh, ok. ¿En serio? -dije con sorpresa y Aidan comenzó a explicarme-
*Narrador omnisciente*
–¿Me prestas tu celular para llamar a T/N? El mío está muerto -dijo Mau a Roberta cuando ambos despertaron en casa de Franco-
–El mío igual, lo siento
–Niños, vengan a desayunar -gritó Franco desde la cocina-
–¿Niños? -preguntó Mau cuando él y Roberta fueron a donde Franco-
–Siéntense -dijo Franco sonriendo-
Mau y Roberta se sentaron a la mesa disponiéndose a desayunar.
–¿Me prestas tu celular? Necesito llamar a T/N -pidió Mau a Franco-
–¿Por qué no usas el tuyo? -inquirió el ojiverde-
–No tiene batería
–Yo la llamo, dame su número
[...]
Seguía con Aidan en el pasillo de la escuela, mientras él me contaba qué onda con Franco y Roby, sonó mi celular y respondí de inmediato creyendo que era Mau.
–¿Mau? -dije al responder la llamada-
–No, yo soy más guapo -respondió la otra persona al teléfono-
–¿Franco? -pregunté confundida-
–Exacto. Escucha, Mau pasó la noche en mi casa y...
Mau interrumpió a Franco gritando que lo tenía secuestrado.
–¡T/N! ¡Ayúdame! ¡Me tienen secuestrado! -gritó Mau bromeando-
–¿Qué? -dije desconcertada-
–¡T/N, ayuda! -volvió a gritar Mau al teléfono-
–Cállate, idiota -dijo Franco haciendo un gesto de molestia-
Mau disfrutó de su broma a carcajadas.
–¿Cómo que secuestrado? -dije alterada-
–¿Secuestrado? -preguntó Aidan quien seguía a mi lado, con sorpresa-
Mau seguía riendo.
–No, no está secuestrado -explicaba Franco- Sus gritos fueron una de sus bromitas -rodó los ojos- Pero sí necesito que vengas por él. ¿Sabes? Creo que nadie nunca se atrevería a secuestrarlo, un secuestrador no soportaría sus tonterías
–¡Oye! -refutó Mau-
–Concuerdo. ¿Pero por qué Mau durmió en tu casa? -pregunté aún confundida-
–Uh, creo que es lógico; Mau fue al bar, se embriagó, y como ya era tarde, tuve que traerlo a mi casa, igual a Roby -explicó-
–Yo no me embriagué -quiso aclarar Roberta-
–Dame tu dirección, voy para allá
–Claro, te la envío -dijo Franco y luego colgamos-
–Mau y Roby están en casa de Franco -dije a Aidan mientras esperaba a que Franco me enviara su dirección-
–No hace falta que te envíe su dirección, yo sé donde vive, vamos -dijo Aidan y me tomó de la mano para dirigirnos a casa de Franco-
–Hola. Pasen -dijo Franco cuando Aidan y yo llegamos a su casa-
–¡Hola! -saludó Mau sonriendo-
–¿No se te ocurrió antes avisar que estabas aquí? Estaba preocupada -reclamé-
–Lo siento, mamá -respondió Mau-
–¿Qué hacen todos aquí? -quiso saber Aidan-
–Yo aquí vivo -respondió Franco-
–Oh, ¿en serio? -dijo Aidan con sarcasmo- Dime -se dirigió a Mau- ¿Por qué les contagias tu humor? -preguntó y Mau encogió los hombros- Entonces, ¿qué hacen todos aquí? -volvió a preguntar-
–Todos excepto T/N y yo -respondió Mau- ¿Nos vamos, mamá?
–Deja de llamarme "mamá"
–Lo siento, es que pareces una madre preocupada por su pobre, vulnerable, frágil, débil, inocente, y sobre todo guapísimo, hijo -se victimizó-
–No creo que seas inocente -dije haciendo un gesto de molestia-
–Tampoco guapísimo, pero sí el resto de los adjetivos -dijo Franco y Mau le dio una mirada fulminante- Lo siento -musitó-
–¿Qué? -pregunté confundida-
–Oigan, ¿podemos irnos? -pidió Mau-
–Mau... -dijo Roberta tratando de decir algo, pero Mau la interrumpió-
–Roby, no -suplicó, pero Roby lo ignoró-
–Mau tiene algo que decirles -dijo Roby por fin-
–¿Sí? -preguntó Aidan frunciendo el ceño-
–¡Maldita sea! -dijo Mau en su mente-
–Sí, pero no aquí. ¿Podemos ir a tu departamento? Ahí les cuento
–Ok -respondí-
Mau, Aidan y yo nos despedimos de Franco y Roby y luego nos dirigimos a mi departamento.

Aidan Gallagher, ¿mi verdadero amor? (Aidan y tú) [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora