REMEMBER MY NAME

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Tocaron el timbre. Esa debía ser la chica que venía a dar el masaje.

- Hola, ¿aquí vive el señor Zayn Malik? - sonrió.

- Soy yo, pasa - Zayn se hizo a un lado y la dejó pasar.

- Bien, ¿dónde quisiera el masaje? - le miró y observó todo el lugar para ubicarse.

- En mi habitación - dijo Zayn y la guió hasta donde estaba su habitación.

- De acuerdo - dijo la chica de cabellos negros y depósito sus cosas en una mesita de noche ordenándolas.

- ¿Se podría quitar la ropa? - Zayn se fue quitando cada prenda lentamente y Oh por la madre naturaleza, ese chico parecía una escultura hecha por el mismísimo Dios.

- Toma - Ella le tendió una toalla y Zayn sonrió victorioso al saber lo que hacía él en ella.

- ¿Tú nombre?

- Brenda.

- Lindo, me gusta.

- Gracias. Acuestate - él le obedeció rápidamente - Bien, comenzaré, ¿de acuerdo?

- Si

- Estás muy tenso. ¿El trabajo es el causante de todo ese estrés? - preguntó tomando un poco de aceite de la mesilla de noche y frotandolo por toda su media espalda trabajando en otro nudo.

- Oh, joder - gimió mientras los dedos hábiles de Brenda trabajaban con la tensión.

- No tienes idea de lo bien que se siente.

- Apuesto a que muy bien - susurró en su oído, mordiéndole el lóbulo de la oreja.

- Mierda, Brenda - gimió mientras frotaba su cadera contra la colcha. Brenda se rió mientras se trasladaba a los muslos de Zayn mientras masajeaba la espalda baja de él. Usando esta vez sus nudillos, para su deleite, Zayn arqueó la espalda mientras dejaba escapar gemidos de placer.

- ¿Estas segura de q...

- Shh, Zayn - lo calló, mientras agarraba una de sus nalgas y las apretaba fuertemente.

- ¿Como te sientes, Zayn? - preguntó ella.

- Como un pedazo de plastilina - río entre dientes.

- Volteate - ordenó y el obedeció rápidamente. Estaba duro.

- ¿Ahora que? - aguantaba las ganas de abrir los ojos.

- Extiende los brazos y piernas - ordenó y él lo lo hizo, cada extremidad llegaba a la esquina de la cama, todo estaba perfecto para lo que se aproximaba.

Los ojos de Zayn se abrieron ante el contacto de una tela y su piel, jadeó al sentir una cuerda ser atada a su mano y al barrote de la cama.

- E-es en serio? - preguntó tartamudeando. Él había jugado, ¿por que ella no podría hacerlo?

- No hagas preguntas estúpidas, cariño - lo reprendió.

Ató las otras extremidades a las partes de la cama y se levantó para después ponerse en medio de sus piernas. Él la miró y su respiración era pesada.

Esto era una completa locura, pero maldita sea, el chico era sexy y tentador.

Condenadamente sexy.

- Tu polla es absolutamente hermosa, querido - se mordió el labio y Zayn luchaba para poder observarla pero no podía, las cuerdas estaban bien amarradas.

« Nada mal para una masajeadora »

Respiró profundamente y sopló en la parte sensible de él. Zayn gimió patéticamente y trató de zafarse, intento fallido.

Remember my name √ › z.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora