ojalá nunca me dejarás
No lo había pensado, "reunión de viejos conocidos", había suponido que solo serían sus amigos del mismo establecimiento escolar no todos los viejos conocidos, no él.
Su mundo estaba temblando como si volviera a ser una adolescente, él no se veía en diferente estado, quería vomitar, no podía ni quería verlo ¿por qué tenía que sentirse así?
Su relación siempre fue confusa y complicada, no eran nada, pero cada vez que él conseguía una novia y se olvidaba de ella todo se complicaba, lo rechazaba siempre pero en realidad eran muy íntimos, ese era su juego. Él no era muy diferente, sus celos lo inundaban muy intensamente cuando la veía con alguien más.
¿Si se amaban? Era bastante obvio, pero sus orgullos no lo admitirían antes que el otro, no hacía falta, lo sabían expresar en cada beso, caricia y encuentro. Cuando se dejaron por última vez, cuando ambos se dirigieron a continentes diferentes estaban enojados con el otro, ese rencor se convirtió en dolor y nostalgia, lamento desgarrador alojado en sus pechos por no haberse despedido bien. "Ojalá nunca me dejarás", eso sentían, pero no pensaban decirlo, era vergonzoso sentir algo por el otro, era vergonzoso ser frágil, ser humano, pero lo vieron en los ojos ajenos, querían llorar, se habían extrañado, querían hundirse en el pecho ajeno y no soltarse nunca, ojalá nunca te fueras.
