Prólogo.

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–¿Lo ves? ¿Lo ves Donghyuck?– un pequeño pelirosa apuntó a su amor platónico en una de las mesas, el castaño lo miró cansado.

–Si, Jaemin, lo veo perfectamente– soltó un suspiro por sus fosas nasales.

–No te enojes– Jaemin hizo un puchero.

–No me enojo, solo que es un poco cansador que hables de Jeno todo el tiempo.

–Pero- mira su carita, tan adorable cuando sus mejillitas se ponen gorditas cuando come, o cuando sonríe y se le desaparecen los ojos, aY– puso una mano en su pecho, dramatizando. –¿No es eso muy tierno?

–Si, Jaemin, lo es– el castaño siguió comiendo mientras le daba la razón a su amigo, sabía que si decía que no el mismo pelirosa iría hacia Jeno, tirando de la muñeca de él, le agarraría las mejillas al pelinegro y le diría lo tierno y precioso que es Jeno, y no quería eso de nuevo. Pasó mucha vergüenza.

Se encontraban comiendo en el campus de la Universidad, en una de las mesas del patio específicamente. El sol pegaba fuertemente en todos los estudiantes y la brisa del viento lo acompañaba, por lo que generaba un buen y deseado ambiente en épocas de verano. El pelirosa y el castaño habían colocado sus cosas a unas cuantas mesas de distancia de la de Jeno y sus amigos.

–Jaemin, ¿Podrías disimular un poco al menos?– Hyuck habló, el pelirosa sacó su vista de encima del pelinegro y la fijó en su amigo con el ceño fruncido.

–¿En qué?

–Miras a Jeno como si fuera lo mejor del mundo, pobre del chico, se debe sentir demasiado incómodo– evocó el mayor, Jaemin sacó su labio inferior. –Deberías disimular– bajó su mirada a su almuerzo.

–Tienes razón...¿Qué hago para avisarle que lo voy a estar mirando?– colocó una mano en su barbilla, pensando.

–¿Eh?

–¡Ya sé! Voy a decirle, es lo más fácil– dijo el menor, preparado para ir hacia su platónico y decirle que lo estaría mirando, apreciando su belleza y ternura, y que no se pusiera incómodo.

–¡Hey, no!– Hyuck tomó su muñeca y lo detuvo. –No puedes ir y simplemente decirle "Oye, te voy a mirar como el tonto enamorado que soy, así que no te incomodes". Jaemin, piensa un poco, el chico se va a poner peor todavía– reclamó. Jaemin suspiró.

–Entonces...¿Qué hago?– volvió a sentarse y jugó con sus palillos en el ramen.

–Fácil, dejar de mirarlo.

–¡¿Cómo?!– levantó la voz, lo que hizo que todos pusieran sus ojos en él, incluyendo a Jeno. El rojo pintó sus cachetes –Perdonen– realizó una pequeña reverencia y bajó su tono, mirando a su amigo. –¿Cómo dices?

–Si, Nana, pareces colegiala enamorada.

–Pero, ¿Cómo quieres qué deje de mirarlo? Es una cosita bella, alguien tiene que admirar su ternura, y ese alguien soy yo.

–No sé qué hacer contigo– el mayor negó.

–Oh, vamos. Te enojas por todo, no se vale– Jaemin cruzó sus brazos, y con el ceño fruncido dejó que su labio inferior sobresaliera.

–Yo no me enojo por todo– incrédulo, Hyuck habló.

–Si lo haces.

–No lo hago.

–Si lo haces.

–¡Que no!

–¡Que si!

–¡No!

–¡Sí!

–¡No!

–¡No!

–¡Si!

–¡Ja! Te gané. Me debes un chocolate– Jaemin le sacó la lengua a Donghyuck, tal cual niño pequeño.

–Aish, contigo no se puede– ahora el castaño era el que estaba cruzado de brazos. Se paró y recogió sus cosas, tiró el plato de plástico dónde había comido al bote de basura junto con los palillos. Jaemin repitió la acción. –Vamos– demandó.

–Oh...yo quería seguir viendo a Jeno– Jaemin hizo un mohín.

–Dije vamos– con su voz un poco mas dura, notablemente enojado, Donghyuck habló. –Además, tenemos clase– puso un tirante de su mochila sobre su hombro dispuesto a irse.

–Ni siquiera ha tocado el timbre– se quejó el pelirosa.

–Jaemin– comenzó a caminar a la entrada de la universidad, Jaemin lo siguió.

–Aunque sea déjame tomarle una foto– el menor sacó su celular ya estando dentro de la residencia, y, cubriéndose con la pared, tomó una foto al pelinegro. Sonrió al verla.

–Apúrate Jaemin– exigió el castaño.

–Ya voy, ya voy– rió y camino al lado de Donghyuck, quién, no supo en cual momento, había sacado uno de sus tantos libros filosóficos y había comenzado a leerlo como si fuera más interesante que prestarle atención a sus palabras dedicadas a Jeno. Así hasta llegar a su salón y sentarse.

–¿Quieres callarte un momento?– Donghyuck alzó la voz y Jaemin se encogió en su lugar, asustado, su amigo nunca hacía eso.

–L-Lo siento.

Suspira. –No...yo lo siento. Últimamente he estado un poco estresado y me descargo contigo, perdón– Donghyuck apoyó sus codos en su mesa y masajeó sus cienes. Jaemin lo miró.

–Tranquilo, no pasa nada. Yo también hablo mucho.

–La verdad, sí– rieron juntos.

–Es que...¿No es hermoso? Jeno debería ser un actor de Netflix con tremenda belleza que se carga, no, mejor, debería ser modelo, aunque así llevaría muchas chicas atrás y no me prestará atención, aunque tampoco es como si lo hiciera– comenzó a hablar de nuevo el pelirosa, Donghyuck rió bajo. Na Jaemin era todo un caso.

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¡Holis! He volvido, jeje. Bueno chiquis, no sé qué decirles.

Tengo varios capítulos escritos de "NoMin Youtubers", me falta terminar uno de Lucifer, que yo sé que quieren que actualice pero lxs voy a hacer sufrir muajajaja, no mentira, pero si, ahr.

Bueno, éste fanfic está comenzando y espero que les guste, no pienso hacerle demasiados capítulos, cortitos y trataré de actualizar cuando pueda, tengo tareas pendientes y ocupan demasiado tiempo, so...no sé.

Por ahora, esperemos que no me tarde tanto. ¡Adiós! Los amo muchito.

Tomen awuita ❤️

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⏰ Última actualización: Jul 30, 2021 ⏰

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