Aria
Hoy he quedado para ir a una discoteca con Deiton y Dylan, ya que no salíamos con Dylan desde hace una semana más o menos. Ahora que me pongo a pensar no sé que discoteca es a la que vamos ahora dentro de unas horas, ya que ha sido idea de Dylan y nos ha dicho que nos lleva él.
Voy hacia mi armario y al abrirlo lo primero que veo es el vestido negro con corsé que utilice hace unos días en el hotel con Deiton, una gran sonrisa aparece en mi rostro recordando todos los momentos que pasemos en el hotel. Empiezo a buscar algo que ponerme que no sea ni muy arreglado ni muy desarreglado una cosa intermedia. Después de unos minutos encuentro un vestido azul marino corto con la espalda descubierta y con un gran escote en la parte de delante, creo que es buena opción entonces lo dejo encima de la cama.
Me siento en mi escritorio y me hago el mismo maquillaje oscuro que utilice para ir a cenar al restaurante del hotel, pero lo único que cambio es el pintalabios que opto por un rosa flojo y le agrego un poco de brillo de labios. En el pelo lo único que me hago es una media coleta para así apartarme el pelo de la cara y se pueda apreciar el maquillaje.
Cojo el vestido y me lo pongo, me miro en el espejo y me gusta mucho lo que veo. Agarro los tacones del fondo de mi armario y me los pongo. Cojo mi bolso y meto el móvil y la cartera, miro el reloj y tan solo quedan 10 minutos para que Dylan y Deiton vengan a recogerme así que bajo a la cocina para beber algo mientras espero. Me siento en el sofá con mi vaso de agua y veo la televisión hasta que escucho fuera de casa como un coche hace sonar el claxon, me levanto y dejo el vaso en la cocina, cojo mi bolso y al ver por la mirilla que es el coche de Dylan salgo de casa. Avanzo hasta ellos y me subo en los asientos de atrás.
-Hola.- les digo y ellos me saludan de vuelta. Deiton se gira en su asiento para mirarme y yo me acerco a él y le doy un beso en los labios.
-Porque no dejáis eso para otro momento.- dice Dylan con asco, Deiton y yo soltamos una pequeña risa mientras nos separamos.
Me abrocho el cinturón y Dylan arranca para ir en dirección hacia la discoteca, pasan unos 20 minutos y llegamos a un polígono, ya se puede apreciar bastante gente fuera del local. Aparcamos en el primer sitio que encontramos y nos bajamos, andamos en dirección a la fila del local y nos colocamos detrás de unos chicos que me echan una mirada bastante asquerosa, no quiero ni imaginar que se están imaginando. Deiton se percata de la situación y me agarra de la cintura acercándome a él y hace que me gire para así taparme con su gran cuerpo.
-¿Así mejor no?- me pregunta con una media sonrisa.
-Sí, gracias.- le digo pasando mis brazos alrededor de su cintura y abrazándome a él apoyando mi cabeza en su pecho. Estamos así un rato hasta que la fila para entrar avanza y llegamos hasta la entrada.
Entramos en la discoteca y me quedo fascinada por el lugar, las luces leds retumban en el lugar aportándole un poco de misterio, se puede apreciar un escenario y a la izquierda de este se encuentra el DJ. En algunas zonas de la pista de baile hay algunas chicas subidas en tarimas bailando y alrededor de estas hay algunos babosos mirando y gritando por cada movimiento que hacen con su cuerpo.
-¿Tío qué sitio es este?- le pregunta Deiton con una pequeña risa admirando, al igual que yo, el lugar.
-Es uno de mis favoritos, ¿sabéis por qué?- nos dice Dylan con una gran sonrisa en la cara.
-¿Por qué?- preguntamos Deiton y yo al unísono.
-Porque puedes hacer lo que te dé la gana en todo momento, aquí no hay reglas, chicos.- dice gritando y avanzando entre la gente, nosotros nos miramos incrédulos y cogidos de la mano le seguimos. Chocamos con algunas personas, pero llegamos hasta Dylan, el cual se ha parado en la barra. -Un ron cola y para ellos lo mismo.- pide por nosotros Dylan y Deiton y yo nos quedamos mirándonos sin saber qué hacer o qué decir.
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Sensaciones entrelazadas
Novela JuvenilUn accidente de coche cambió la vida de Deiton Anderson convirtiéndolo en un chico roto, sin sentimientos, cruel y con sed de vengarse de la culpable de la tragedia. Cada día Aria Wilson, una chica cobarde, insegura, confiada y muy enamoradiza, se o...