Blood Road || Yoonmin ||

Prólogo

Una mañana tranquila para muchas personas, para otras era un poco agotador tener que ir a trabajar, para los estudiantes era aburrido y tedioso estar en clases... Pero comparado con el caos que se estaba formando en el hospital central de Seúl y sus alrededores eso era una gran Tranquilidad.

El hospital se encontraba con las puertas de entrada y salida cerradas, nadie entraba y nadie salía del recinto.

A altas horas de la noche la policía había encontrado a un joven en mal estado en un callejón, el joven contaba con múltiples heridas que se encontraban dispersas por todo su cuerpo, también contaba con una temperatura extremadamente alta, así que se lo llevaron con urgencia al hospital. Ya estando allí, un medico y varios enfermeros trataron de curar las heridas del joven, que, por alguna extraña razón, su sangre comenzó a hacerse de un color negro intenso. Estando a punto de terminar de cerrar las heridas el joven comenzó a convulsionar al mismo tiempo que sangre negra salía de su boca, nariz y oídos para después dejar de escuchar su corazón.

Todos estaban asustados, pero guardaron la calma y procedieron a prepararlo para incinerarlo cuando la policía llego interrumpiendo el proceso con información del joven que recién había fallecido.

-El joven tiene por nombre Kim Chin-mae y tenia 19 años de edad, suspadres eran propietarios de un minisúper, hace dos años se creía que la familia había muerto cuando iban de camino a Suwon -pueblo cercano a Seúl- el auto quedo sin frenos y cayo por un barranco de al menos 10kl de alto, según los informes, el auto prendió en llamas al tocar el suelo incinerando al instante a la familia, o eso se creía.

Todos se quedaron sorprendidos con la información recién dada y todos tenían la misma pregunta.

¿Qué le había pasado a Kim y en donde se encontraba estos dos años?

Una enfermera suspiro y miro con tristeza al joven, pero soltó un jadeo sorprendido y rápidamente su rostro cambio a uno de terror llamando la atención de todos que miraron a la misma dirección, todos pusieron el mismo rasgo de terror al mirarlo.

Kim Chin-mae estaba de pie a un lado de la camilla con su cuerpo apuntando a su dirección mientras su cabeza se encontraba gacha, podían escuchar como le costaba respirar y veían que cada diez segundos su cuerpo se estremecía, también notaron como las venas de su cuerpo eran de un negro opaco. Uno de los oficiales se acercó lentamente mientras otro salió de la sala de cirugía para avisar que tenían que cerrar todas las entradas y salidas con urgencia como también dar aviso a la comandancia y llamar a su padre que era comandante en el ejército. Al estar frente a Kim, el oficial puso con cuidado una mano en el hombro contrario.

-Kim Chin-mae soy el oficial Choi, ¿Podrías decirme que a sido de ti estos dos años que se te creía muerto? - el oficial le hablaba con calma mientras los demás salían en completo silencio. Al menos hasta que uno de los enfermeros tropezó con sus pies y termino tirando utensilios de curación que llamo la atención de Kim, el cual levanto la mirada saltándole encima al oficial, le mordió la mejilla izquierda con tanta fuerza que termino arrancándole todo ese pedazo de piel - ¡¡CORRE!! - le grito al enfermero quien obedeció al instante sin cerrar la puerta.

Por el ruido de los zapatos, Kim Chin-mae lo siguió atacando a todo aquel que se le pusiera en frente, todos aquellos a los que fue dejando en el camino tenían las mismas reacciones que el antes de convertirse en un ser horrible con sed de sangre y hambre de carne humana.

(...)

El ejército se encontraba preparando tres escuadrones para entrar al hospital y rescatar a los sobrevivientes, tras la llamada del laboratorio que se encontraba a las afueras de la ciudad dando aviso que uno de las personas al cual se le tenía bajo observación había escapado y se le diagnosticaba como alguien sumamente agresivo y tenia un virus altamente contagioso y no sabian con exactitud que probocaba al ser contagiado. Todos comenzaron a disiparse por los alrededores del laboratorio y por la ciudad, desesperándose al no encontrarlo, si no que hasta el día siguiente que uno de los Comandantes recibió la llamada de su hijo mayor fue que supieron en donde estaba la persona que estaban buscando.