Mi Ultimo Año ...

6. Lo Mejor Que Pudo Pasar, Es Que No Estuvieras Allí

'' Hay Muertos Que Te Enseñan A Vivir Con Su Partida ''

Valerie Tangarife 

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Marian: 

Así que ...

Se jodio la cosa. 

Mi cena de comida china con Jhonas se arruino, mi humor de 10 quedo en cero, todo pasaba en cámara lenta.

-¿Qué? -Pregunte sin poder creerlo

-Brown, no sabemos nada concreto aun no te preocupes solo ...

-¡Ahora no Marco! nos vemos allí. 

-¡NO! Brown ...- Lo escuche decir a través del teléfono antes de que colgara y rompiera en llanto, como si me quebrara.

Jhonas debió escuchar el grito que solté antes de llorar, porque apenas presioné el móvil contra mi pecho como si intentara retener la salida de mi corazón, la puerta de la habitacion choco contra la pared dejando ver al ya mencionado 

-¿Marian? 

Mi pecho se oprimió, lagrimas inundaban mis ojos y la capacidad de contestarle estaba demaciado lejos, no me podía ver a mi misma, pero sabia que estaba pálida, todo me dolía, mas que todo el órgano del lado izquierdo de mi pecho, que latía como loco tratando llevar el paso de mis respiraciones, mi cabeza ardía y mis labios temblaban, era tan vulnerable a cualquier cosa. Jhonas se acercó rápidamente tomando mi rostro entre sus manos para inspeccionarlo, al ver que no había nada solo se dedico a tomar mi nuca y pegarla a su pecho, instintivamente rodee su torso con mis brazos poniendo mi cachete en su pecho oyendo sus pulsaciones que estaban mas aceleradas que lo normal, en mi ataque de pánico estaban igual, algo mas rapidas he de decir, a lo mejor y cuando se preocupa su corazón se acelera y sus pupilas se dilatan como ahora.

-Te-tengo. What. Irme ..- logre articular entre respiraciones que me dejaban con hipo.

-Esta bien, te llevare a casa.-mis brazos lo presionaron mas contra mi dejándole claro que no era lo que queria- ¿a donde quieres ir?

-Al hospital ... Al hospital central- el no reprocho o pregunto nada, solo se dedico a asentir, para comenzar a caminar conmigo aun abrazada- secare tus cosas y te las entregare mañana en el instituto, o cuando puedas, Iremos en el auto.- asentí y me separe para dejarlo caminar. 

Nos subimos al auto para ir directo al hospital, el camino era eterno, todo lo que veía me parecía trágico y oscuro, cubierto con una capa de tristeza.

Al llegar al hospital baje rápidamente del auto dejando a Jhonas solo para estacionar, entrar por esas puertas de nuevo fue lo mas duro de todo, el recuerdo de aquel día llegando al hospital con mis rodillas sangrando volvió a mi creando un dolor de cabeza en la parte superior.

Corrí por todos los pasillos hasta la sala de espera de Urgencias, perderme entre las enfermeras, el olor a cloro invadiendo mis pulmones y el sonido de las suelas de los tenis contra el piso encerado eran lo único que escuchaba. Al llegar reconocí a Marco hablando con un doctor, se veía serio y triste un escalofrió me recorrió.

-No ... No por favor no ...- dije caminando hacia atrás como si buscara algo de que sostenerme, mis manos chocaron contra un carro rojo, de cardio, haciendo que la respiración se me fuera soltando un diminuto grito al imaginarme a mi familia siendo reanimada con eso, este pequeño lapso me dejo volver a la realidad y me dejo escuchar mi nombre a la distancia.