Capítulo 19 - Ishtar -

113 16 2
                                    

Al día siguiente, Sarah y yo paseamos por los alrededores de la cabaña, sin alejarnos demasiado. Mi amiga no deja de mirarme de reojo y noto sus ganas de abrir la boca vibrando a mi alrededor.

- Sarah, habla de una vez sé que lo estás deseando. - suelto por fin.

Sarah sonríe y se para en seco para girarse hacia mí.

- ¿Cómo ha acabado mi amiga la anti-oscurecidos acostándose con dos en cosa de medio curso de universidad? - ríe ella elevando las cejas para enfatizar la frase.

-Si lo dices así parece que soy una "come hombres" o algo así… - le hago un gesto con la mano para quitarle importancia.

- No tendría nada de malo tampoco… - ella me da un codazo suave y prosigue. - Mira, entiendo lo de Gabriel, pero ¿Dante no te caía fatal?

Me encojo de hombros, mientras me apoyo en uno de los árboles cercanos para prepararme para el interrogatorio que sé que se me viene encima.

- Me caía fatal y a la vez era como estar continuamente mirando un plato enorme con helado de chocolate. - me río un poco por la comparación y sigo explicándome. - Sabes que no deberías, que te va a doler la tripa si te lo comes, pero no puedes evitar querer comerlo cada vez que lo ves.

Sarah se ríe a carcajadas y se apoya a mi lado en el árbol.

- Yo no lo habría definido mejor, amiga, la verdad es que me lo habría comido yo tarde o temprano si no fuera por la tensión sexual que percibía entre vosotros. - 

Me giro hacia ella con los ojos como platos y ella sigue riéndose a mi costa.

- Ahora en serio, ¿qué hay ahí? ¿Sois pareja o algo así? - pregunta ella dejando de reírse.

- Sarah, ¿estás majara? - ella me mira con cara de haberse perdido algo y yo niego con la cabeza. - Él es un oscurecido y yo… 

- Nadie sabe qué es Dante, ¿cómo sabes si es realmente un oscurecido? - replica ella.

- Yo si sé lo que es y te puedo asegurar que lo es. - caigo en la cuenta de que hay muchas cosas que Sarah desconoce y miro a mi alrededor para comprobar que estamos solas aún.- Prométeme que no vas a contar nada de esto, ¿vale?

Sarah extiende su dedo meñique para sellar la promesa como cuando éramos pequeñas y yo entrelazo el mío con el suyo mirándola a los ojos.

- Dante es un demonio. - le cuento en un susurro.

- ¿Perdón? - ella niega con la cabeza automáticamente. - Imposible, los demonios se extinguieron hace años.

- Lo he visto. - sentencio. - Su álter ego se… se descontrola y se muestra cuando… ya sabes, cuando lo hacemos.

- ¡Wow! Eso suena como sexy… - Sarah lo medita un poco y sonríe. - Supongo…

- Lo es. - me pongo colorada de inmediato y miro de nuevo a Sarah unos segundos después. - Y yo no estoy segura de ser totalmente una celestial.

Mi amiga me mira sin comprender nada y yo suspiro sin saber cómo contarle todo.

- No te asustes, ¿vale? Creo que soy mitad celestial y mitad oscurecida… - 

Sin dejarla responder, mis ojos la miran dorados como el sol y mis alas negras se muestran ante ella que da un respingo y me mira pálida como el papel.

- ¿Qu-qué le pasó a tus alas? - murmura ella sin dejar de mirarlas con la boca abierta.

- Mi álter ego terminó de mostrarse. - digo volviendo a mi forma humana. - No soy un ángel sin más, yo…

Atraída por el mal [...A La Venta En amazon...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora