It Hurts ~ |Seroroki|

It Hurts

Advertencia: Esta historia contiene actos de auto-lesión y mención al trastorno depresivo y trastorno de estrés post traumático (TEPT). Si eres sensible a estos temas mejor no leas.

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Todoroki recuerda la primera vez que se cortó. 

Tenía catorce años y acababa de recibir un montón de gritos además de unos golpes medianos por parte de su padre, ya que se negaba a usar sus llamas para entrenar.

Se sentía furioso, asustado y con un dolor sofocante naciéndole en el pecho por lo que ni siquiera razonó cuando entró al baño de su hermana, tomó una de las afeitadoras desechables que esta usaba para depilarse, volvió a su habitación, y sentado en el futón pasó repetidas veces las cuchillas sobre la pálida piel de sus muñecas.

Recuerda haber sentido un alivio momentáneo. Era mucho más fácil soportar el dolor físico que el emocional, por lo que decidió guardar la cuchilla y usarla cuando se sintiera especialmente mal.

Pero no tardó en empeorar

Cuando cumplió dieciséis ya se cortaba al menos cuatro días a la semana y se sentía más solo que nunca, rodeado de chicos de su edad pero sin poder relacionarse con ellos. Se sentía ajeno a todo, ajeno a los que lo rodeaban y cada pequeña cosa negativa que le dijeran, por mínima que fuese, desencadenaba un montón de dolor y episodios depresivos en el bicolor.

Lo odiaba. Odiaba a su padre. Y se odiaba a si mismo por ser tan débil e incapaz de hablar con alguien.

Entonces Midoriya le dijo esa frase que marcó un antes y un después

"Es tu poder, Todoroki"

Esa frase fue el inicio de un lento cambio en su vida. Seguía odiándose a si mismo, pero ahora tenía algo bastante cercano a amigos rodeándolo para ayudarle cuando lo necesitaba. Aún no era completamente capaz de confiar en otras personas de nuevo, muchas veces seguía recurriendo a las cuchillas en su habitación, pero al menos todo el ruido opacaba el ruido de las voces en su mente que cada vez intentaban que fuera más allá.

Y apareció él

Sero siempre formó parte de su clase, pero nunca le prestó particular atención hasta que pasó algo.

Era día de semana y la mayoría de sus compañeros estaban en la sala común o entrenando para aprovechar la tarde. Estaba en su cuarto sentado en su futón con una de las cuchillitas en la mano

¿La razón?

Estaba caminado de vuelta a los dormitorios con su squad cuando oyó a unos chicos cuchichear entre ellos acerca de él, de lo que alcanzó a escuchar "Parece un robot sin emociones"  y "Esa cicatriz es asquerosa, solo los villanos tienen cicatrices en la cara"

El resto de sus acompañantes no los oyó, pero él si y se repitió esas palabras todo lo que le quedaba hasta su cuarto. Así hasta el presente.

Presionó el filo contra su piel y estaba a punto de empezar cuando oyó unos golpes en su puerta.