Capítulo 1

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Hace tiempo las noches eran normales o así lo describen los abuelos, porque para Baji lo normal es que la densa oscuridad se apodere de las calles y solo un par de luces amarillas los acompañen.

Antes se podía ver la luna y las estrellas, no existían únicamente el sol y las nubes, había todo tipo de imágenes y videos que lo comprobaban. El cielo estrellado era la cuna de la imaginación, la noche para enamorados; y la luna para la compañía, pero ahora es diferente. La noche es peligrosa, con una lúgubre oscuridad y un frío que podría congelar a cualquiera pero aun con esto más de uno hubiera salido a disfrutar de ese horario, de no ser por los oscuros.

Los oscuros son, como los llama Baji, vampiros que no beben sangre sino que comen carne humana, con uñas y dientes que rasgan la piel y ojos que brillan en la oscuridad, a veces verdes, azules, blancos o rojos dependiendo del oscuro en cuestión. No son humanos, tienen apariencias similares pero más bestiales e intimidantes, tampoco son monstruos porque razonan con malicia y poseen la misma posibilidad de hablar que las personas.

Baji nunca ha visto a uno en persona, de vez en cuando toma los libros de la biblioteca y los lee con curiosidad, es por eso que sabe cuándo llegaron y qué fue lo que hicieron para que fueran tan temibles, por qué si no son completos monstruos si lo son cuando se trata de pensar. Ellos no soportan la luz, el sol es su muerte segura y la luz artificial es una buena defensa cuando es amarilla, porque con la azul solo se les puede ver, pero no lastimar.

En la biblioteca hay millones de libros, están por todos lados en estantes que sobrepasan los seis metros de altura, y están acomodados alrededor de un par de sillones para que la gente pueda leer cómodamente, las mesas están divididas en cada sección. Y arriba de todo, en un apartado de segundo piso, se encuentra donde vive, una gran habitación con una cama doble y dos cómodas hamacas; una sobre la cama, en lo alto bajo una ventana circular que lleva años cerrada, y la otra localizada en el ventanal que da al lago, y la vista es preciosa. Hay una puerta que lleva al baño, y la cocina es visible desde la cama, las escaleras que dan a ese hermoso lugar están prohibidas para los visitantes, aunque a Baji le gusta presumir y sube de vez en cuando a chicas para observar por el ventanal. Takemichi y Mikey son sus compañeros; Takemichi duerme en la hamaca que da al ventanal y Mikey en la gran cama por sus problemas de espalda –o eso es lo que dijo él- por lo que Baji debe subir al pequeño apartado donde se encuentra su cama tambaleante.

Vivir en una biblioteca, o sobre ella, tiene sus ventajas, puede tomar el libro que desee a la hora que quiera y solo regresarlo a su lugar despues, eso es lo que hace Mikey cada noche. Y las noches no son malas desde que el estado colocó luces en las calles que iluminaran con una luz casi irritante para mantener lejos a aquellas cosas que los acechaban, y esto se había hecho antes, pero los oscuros lograban romperlas o evitarlas.

Militares, policías y de más intentaron combatir a los oscuros hace años, pero la inteligencia de esas cosas era muy similar a la suya, atacaron y acabaron con la mayor parte de la población en ese entonces, muchos murieron y los oscuros sufrieron lo mismo, pero siendo bastante similares a los humanos se reprodujeron.

Tras varios años de guerra se llegó a un acuerdo que no se escribió en ningún lado, un mal acuerdo que jamás debió de ser tomado; la noche es suya, el día es nuestro, si esas reglas jamás escritas se rompían el destino de la persona u oscuro era evidente.

Un dato curioso es que los Oscuros solo eran hombres ¿Cómo se reproducían? Baji leyó acerca de ello, varias teorías que ninguna le convenció.

Así que, escuchando a un anciano contar por décima vez a los niños como fue que sobrevivió en una mala época, decide alejarse del pequeño círculo y acercarse a Takemichi quien se ha quedado dormido de pie. Aquella platica es cotidiana, cada año niños llegan a escucharla para saber porque no deben salir de noche y porque deben de dormir temprano, a Baji le tocó escucharla, a Takemichi también y Mikey la amaba, quizás porque su abuelo era quien la contaba.

Oscuro [Bajifuyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora