Cuando la melodía suena avisando el final del día como medida de seguridad cierran las puertas, ya nadie queda en la biblioteca y dan por terminado el día laboral. Las cosas son acomodadas, el gran ventanal de la habitación tiene que ser cubierto porque de todos modos solo se vera la oscuridad fuera de él, y no pueden dejar que el vidrio se congele, suben a la segunda planta con prisa para ver si hay suerte y no ser el último en llegar, porque ese último deberá hacer la cena.
Baji se tira en la gran cama de Mikey y después Takemichi lo sigue haciendo notar que Mikey deberá cocinar esa noche. Baji sonríe victorioso y se hunde en la cama. Le gusta su hamaca, pero nada es como dormir en la cama doble.
—¿Por qué no vamos a cenar afuera?— Pregunta Manjiro haciéndose espacio en el colchón. —Yo pago.
—Wow, desobedecerás a tu abuelo solo para no cocinar. — Dice Takemichi arrastrándose un poco para acomodarse. —Si los faros están fallando creo que es mejor quedarnos.
—Los faros están bien.— Habla Baji. —Seguramente ya está solucionado, será mejor salir... yo los llevare a un buen lugar.
Con una sonrisa puede hacer que sus compañeros se sientan confiados y asienten. Si ha conseguido algo bueno lo usara, no tiene por qué guardarlo así que se anima a salir en medio de la noche. Los faros siempre le han dado confianza, nunca le fallaron en ninguna noche que deambuló por la ciudad y no lo harán ese día, ya había rumores antes de que los faros se apagarían una noche y eso no era más que un cuento para hacer a los jóvenes no salir a divertirse.
Todos salen disparados de la cama en busca del armario, lanzan lo que sea a la cama y al suelo en busca de buenas prendas para vestir, porque Mikey siempre viste bien y Baji sabe a dónde se dirigen, Takemichi solo está imitando lo que ambos hacen. Es fácil vestirse cuando toda la ropa es buena, y eso es porque a Baji le gusta la moda al igual que Mikey, un pequeño pasatiempo que comparten. Y es la práctica lo que les hace escoger bien de inmediato y salir de la biblioteca cuando aun hay algo de luz.
Pueden ver por la calle a personas corriendo para llegar a sus hogares y protegerse, una señora corre con su pequeño a una tienda haciendo resonar los tacones en la calle, y parece que la chica encargada se niega porque escuchan leves gritos que piden que les sea vendido Vino para una noche especial. Cuando ya están a punto de pasarla de largo la señora corre hasta alcanzarlos y pasar a su lado corriendo con el pequeñín, seguramente buscaran otra tienda. Deciden ignorarla.
Takemichi comienza a correr cuando se da cuenta a donde se dirigen porque Baji ha estado siendo un poco demasiado obvio respecto a la dirección, y la alegría de Takemichi lo contagia de inmediato haciéndolos correr de igual manera entre las calles semi iluminadas por la luz del sol. Están de suerte, porque consiguen llegar al lugar cuando el último rayo de sol es visible.
Por primera vez Baji sabe lo que se siente saltarse una fila y solo mostrar una tarjeta, el cadenero no pregunta; observa el objeto y después de un par de segundos deja pasar a los tres. Takemichi casi brinca emocionado de no ser por el agarre de Mikey. La luz neón es lo primero que lo recibe, un lugar lleno de música donde no se puede escuchar mucho pero aun así hay un orden y personas presumiendo lujos, Baji nunca había entrado a un lugar así aunque sí estuvo antes en clubes nocturnos. La diferencia es clara porque el lugar es elegante y seductivo, porque si, un lugar puede ser seductivo.
—Nos vemos en tres horas— Canturrea Takemichi para separarse de inmediato.
—No tardes.— Ordena Mikey a Baji abandonándolo.
Generalmente, como medio de seguridad, la gente se queda toda la noche hasta que sale el sol, no es extraño que hayan habitaciones en el sitio, en todos los clubes los hay para otorgar comodidad. Baji observa de lado a lado el lugar y se repite en la mente que solo estarán tres horas y no más, no poseen dinero para hospedarse en las habitaciones y pueden regresar gracias a los faros, por eso sonríe y comienza a buscar a alguien con quien pasar aquellas agradables horas.
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Oscuro [Bajifuyu]
Misterio / SuspensoAdaptación al Bajifuyu Los oscuros son, como los llama Baji, vampiros que no beben sangre sino que comen carne humana, con uñas y dientes que rasgan la piel y ojos que brillan en la oscuridad, a veces verdes, azules, blancos o rojos dependiendo del...