Parte única

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Estaba en su hora de descanso, periodo del cual disfrutaba ampliamente desde la azotea de uno de los pabellones de la academia. El cielo lucía bastante hermoso como para retratarlo en el lienzo que KyungSoo sostenía entre sus muslos; pero en lugar de hacerlo, había preferido dibujar el rostro de ese chico que no podía sacar de su mente.

Desde aquella ocasión en la que lo salvó de los bravucones que querían quitarle su dinero, y vio por primera vez su bien delineado rostro, no podía dejar de pensar en él. Aprovechando sus habilidades en dibujos realistas, se inscribió a propósito en la misma academia de artes a la que iba el muchacho.

Kim JongIn era su nombre, y el responsable de sus más recientes fracasos en sus últimas misiones. KyungSoo nunca le daba miradas furtivas, pues quería que supiera bien cuán interesado estaba en él y cuán dispuesto encontraba por hacer cualquier cosa para convertirse en su nuevo interés amoroso. Pero, ciertamente, eso era mucho más complicado de lo que había pensado.

Un chico como KyungSoo, que desarrolló superpoderes a muy temprana edad, luego de que uno de los frascos de su padre le cayó encima mientras visitaba su laboratorio, había elegido proteger a la ciudad de cualquier acto malvado o algún peligro que asechara a sus ciudadanos. Como el superhéroe que era, su prioridad radicaba en mantener el orden en Seúl y reducir el crimen a lo más mínimo, algo que estaba logrando desde que se dispuso a usar sus habilidades para combatir el mal. Sin embargo, su mente había perdido el enfoque desde que el rostro más hermoso del mundo apareció frente a él.

Lo había visto por primera vez en una de sus tantas vueltas nocturnas que daba por la ciudad. En esa ocasión, cinco delincuentes abordaron al joven estudiante en un callejón, y lo amenazaron con hacerle daño si no les entregaba sus cosas. El muchacho se veía asustado, pero se aferró a su maleta y acercó sus cuadernos a su pecho para protegerlos. En eso, KyungSoo bajó del techo de un solo brinco, espantando a los malechores, quienes no lo vieron venir de ningún lado. No obstante, al ver su pequeña estatura, comenzaron a burlarse de él, pero KyungSoo les daría una buena lección.

En cuestión de segundos, noqueó a todos los delincuentes de un solo puñetazo, haciendo uso de su súper fuerza. Luego, tomó al joven estudiante en brazos y lo llevó volando hacia la parada de autobuses, hizo una señal de paz para despedirse y se dio la vuelta para irse, cuando de pronto su brazo fue tomado, impidiendo su ida.

KyungSoo, acomodándose el antifaz y su capa, giró hacia el estudiante.

—Muchas gracias —dijo este con una voz tímida.

Debido a la luz de la parada, KyungSoo pudo ver por primera vez el rostro del estudiante; aquel rostro que se quedaría grabado en su memoria junto a su voz grave y atractiva.

Esa fue la primera y única vez que el superpoderoso Do KyungSoo fue noqueado. Y ni siquiera hizo falta ejercer violencia para que su corazón fuese robado.

Desde esa ocasión, KyungSoo no había podido quitar sus ojos del estudiante, y aunque no se sentía orgulloso de haberse convertido en un acosador, lo cierto era que ya no le importaba. Había podido averiguar en dónde estudiaba por las tardes, luego de la escuela; y viendo que compartían el amor por las artes, KyungSoo aprovechó para inscribirse en la misma academia. Así que, ahí estaba, respirando el mismo aire que su amor platónico y tan cerca de él.

Pero por más que lo intentara, aquel muchacho nunca miraba en su dirección.

JongIn, ¿irás a la ceremonia de clausura? Oí que este año contratarán a una buena banda y conocida —dijo un estudiante.

¡Es cierto! Escuché que se trataba de Day6 —agregó otro—. ¡Diooos! Estoy esperando poder bailar pegadito con mi bonita.

If you need a lover  ❝καιѕοο•sᴏᴏκαι⁀➷ᵒ ˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora