Love potion «Asta»

01

Último año de secundaria

— Lilent, despierta.— dijo una voz suave que se escuchaba lejana para mí, me había acostado tardísimo leyendo una novela policial basada en hechos reales sobre asesinos seriales. Arrugue la cara con enojo, tendría que haberme acostando cuando mi alarma me lo exigió.— ¿Aún no te has levantado?— esta vez la voz no sonó ni tan suave ni tan lejana.

— Ya voy madre.— respondí levantándome rápidamente de la cama.

Con pereza obligué a mi cuerpo a prepararse para la escuela, tomé mi uniforme escolar con rencor y me lo coloqué, este consistía en una falda verde ascuro con una camisa negra y una corbata de rayas negras y verdes. Me quedaba fatal. Mi cabello color rojo no ayudaba a nada.

Cuando bajé a desayunar mis padres ya no estaban, algo normal pero deprimente. Desayuné hasta donde pude, ya que el nudo que se hacia en mi corazón cuando me sentaba en el gran comedor sola nunca me permitía estar tranquila.

Mis padres, Henrey y Liante Arlo son personas muy ocupadas, mi padre (Henrey) es uno de los mayores científicos y se la pasa investigando o dando clases y mi madre (Liante) es la mejor criminóloga de todo el reino del Trébol.

Desde siempre el trabajo lo ha Sido todo para ellos, no importa si es aniversario, cumpleaños o fiestas, si tienen que abandonarme por trabajo lo hacen. Aunque la soledad había sido normal para mí un tiempo, al entrar en la adolescencia me comencé a sentir más sola de lo normal y ya la ausencia de mis padres fue una gran piedra en mi camino.

Tomé mi bolso y salí de la gran casa solitaria, el chófer me saludo con mucha cortesía e hice el intento de sonreírle de la misma manera, pero mi sonrisa fue más una mueca. Pensar en mis padres podía arruinar por completo mi estado de ánimo. 

El viaje a la escuela fue tranquilo como siempre, llegue cinco minutos antes de que mi primera clase empezara así que caminé con muchas prisa para poder llegar, caminé tan rápido, sin embargo, pude ver claramente el rostro sonriente de mi archienemigo unilateral, mi estado de ánimo empeoró.

Cuando estuve en el aula simplemente solté un suspiro mientras empujaban todos los sentimientos negativos y me enfocaba al cien por ciento al estudio.

***

La segunda mitad del día la tomábamos para estudiar muestras especialidades. La mejor universidad del reino contaba con amplias opciones a la hora de elegir, tenían área de ciencias, tecnología, deportes, matemáticas, literatura, idiomas, música, teatro y especialidad en chef.

Yo estaba claramente en la de ciencias. Me dirigía hacia el laboratorio para terminar un trabajo cuando otra vez mi vista captó al sonriente de mi enemigo jurado, esta vez no pasé desapercibida tampoco porque su mirada cayó en mí.

Después de que Asta me protegiera esa vez los matones no volvieron a meterse conmigo –al menos no físicamente– y me entró mucha curiosidad por saber quién era el chico y por qué tenía tanta influencia en las personas, como tenía tan malas habilidades sociales solo pude espiar silenciosamente a algunas personas por un período de tiempo y me enteré de que:

Asta era su nombre, que era huérfano por lo que no poseía un apellido propio, el maestro de deportes lo vio un día y se dio cuenta rápidamente de lo bueno que era para el boxeo y sin saberlo el esgrima, debido a estás cualidades decidió intervenir por él para que pudiera obtener una beca. Cuando llegó aquí no solo acabó con todos los boxeadores sino que también venció a casi todas las personas en los deportes que solo involucraba mucha fuerza bruta, quiere decir que su intelecto es muy bajo y que solo sigue estrategias en grupo, después todo se basa en sus músculos.

Entonces ¿por qué lo odio tanto? No tiene sentido hacerlo, me he dicho tantas veces y siempre he llegado a diferentes conclusiones, quizá no lo odie, solo estoy celosa; celosa de que a pesar de que su vida no ha sido ni la mitad de buena que la mía él es feliz y siempre sonríe, de que todas las personas a su alrededor parecen olvidar que él es un huérfano y lo tratan como si fuera un rey, en cambio a mí, me tratan como una rata despreciable.

Lo odio, por eso cuando nuestras miradas se conectaron por esos pocos segundos mi ceño se frunció en disgusto.

Cuando llegue al laboratorio, mis pocos compañeros que habían dentro me evitaron como si tuviera una plaga, no obstante, no me molestó, ese tipo de rechazo siempre ocurría.

***

Ya era tarde en la noche, pero no me apetecía llegar a casa, sabía que ellos no estarían, ni siquiera habían enviado un mensaje para ver dónde estaba. Quité los lentes de mis ojos y cerré por un momento mi cuaderno mirando el tubo de práctica que había delante de mí lleno con un líquido turquesa. Mi nueva creación.

No necesité ver la hora para saber que el recinto escolar solo estaba siendo protegido por los guardias de seguridad a esta hora. De repente, me sentí tan sola y mis ojos celestes se inundaron de agua por esa repentina soledad.

"Si tan solo tuviera un poco de afecto, la atención de alguien... Quizás esto que me oprieme se vaya, quizá puedo volver a sentirme genuinamente feliz..."

Pensé minetras limpiaba las lágrimas que caían por mi rostro. Luego tuve una gran resolución, fue tan grande que mi cuerpo se quedó paralizado mientras mi cerebro hacia cálculos y exámenes, de un momento a otro el líquido turquesa que estaba depositado en el tubo frente a mí captó toda mi atención minetras en mi mente podía visualizar todas las cosas de lo que podría ser capaz de hacer si llevaba a cabo mis ideas.

Entusiasmada tomé el bolígrafo y comencé a escribir tan rápido como pude mientras organizaba las ideas en mi mente, no me importó no poder leer la libreta después solo había un pensamiento en mi cabeza: Con esto podré obtener amigos.

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Jeje, disculpen ya llegué :)
Les recuerdo que YO NO SÉ ABSOLUTAMENTE NADA DE CIENCIAS sí voy a investigar un poco pero CASI TODAS LAS COSAS ESCRITAS AQUÍ SON FALSAS  así que no me juzguen.

Ya va a empezar la trama en el próximo capítulo 〜(꒪꒳꒪)〜
Espero que ustedes lo esperen.

¡Ya me voy! Besitos (◕દ◕)

- Los quiere Lina 💕