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La mirada de Tessa no salía de la ventana, miraba la lluvia caer a través del cristal, pensativa, consciente de que estaba a las puertas de una nueva vida, una sin Etta, pero se convencía que aceptar el abrazo de su padre había sido la mejor opción, Etta tendría paz en la manada de Scott sin preocuparse por ella, las omegas también, aceptarían a Scott como alfa, y los problemas internos disminuirían, también necesitaba que fuera cierto que su decisión era la aceptaba, porque a pesar del mal presentimiento, quería creer en las palabras de su progenitor de que había movido medio mundo para encontrarla, necesitaba que alguien se preocupara por ella a ese nivel.

Sobre todo esperaba no estar equivocada para no ser la traidora de la que todos hablan.

También sabía que había una duda que posiblemente nunca aclararía ¿Por que se había sentido como se había sentido con ese abrazo de Theo?

Una mano tomó la de ella, volteó a ver y se encontró con su padre mirándola con una sonrisa en el rostro. —¿A dónde vamos?

—A hacer una parada antes de ir a casa. —Respondió. —Estoy tan feliz de tenerte de vuelta mi niña pelirroja.

Por alguna razón esas palabras no la hicieron sentir absolutamente nada, tenían el mismo valor para ella que las de un extraño con el que se cruzara en un supermercado. ¿Acaso había perdido su humanidad? Naa, estaba segura que si esas palabras hubiesen provenido de otras personas, Etta por ejemplo, la hubiesen hecho llorar.

No sentía nada por su padre ¿Acaso eso la hacía un monstruo?

—¿Cuándo voy a ver a mi madre? —Tessa pensó en su madre, la real, la que la había dado a luz, siempre tuvo la esperanza de que a su madre mo le importaría que ella fuese una loba.

—Tessa. —El tono de voz de Clifford la hizo mirarlo con extrañeza. —Tu madre ... Tú madre murió.

¿Qué?
¿Cómo?

¿Y porque Lydia o su madre no saben nada?

Eso si que la había dolido, al punto de que una lágrima salió disparada de sus oscuros ojos. Ella amaba a su madre, nunca tuvo un mal recuerdo de ella.

Había algo extraño en eso.

—¿Por qué continuamos en Beacon Hills? —Por mucho que hubiesen conducido Tessa fue capaz de notar que aún se mantenían en la cuidad, puede que sus limites. —¿Y el resto de los cazadores?  Nunca  andas con tan pocos.

—¿Acaso me interrogas Teresa? —La mano de Clifford sujetó con quizás demasiada fuerza la de su hija, antes de soltarla y regalarle una sonrisa. —Antes de retirarnos debemos resolver unos asuntos. Luego prometo resolver todas tus dudas hija mía.

—Solo espero...

—Yo no tocaré a nadie de tus amigos, ni un solo cabello de ninguno.

Tessa solo pudo asentir cuando el coche se detuvo frente a lo que lucía como una mansión victoriana de esas que son muy usuales en las películas de terror, de las que sabes con tan solo verlas que dentro guardan demonios esperando por almas inocentes para devorarlas.

El alma de Tessa estaba lejos de ser inocente, no sintió ni una pizca de miedo.

— ¿Dime Tessa, eres la única de tu manada que puede convertirse en lobo? —Preguntó con fingida curiosidad Clifford.

—No, Derek y Etta también pueden. —Respondió. —¿Por que lo preguntas?

—Simple curiosidad. —Fue la respuesta que otorgó, pero al ver el astibo de desconfianza en los oscuros ojos de Tessa, habló —Es que me sorprende que te trataran mal, cuando a los lobos suelen tratarlos bien.

Dangerous➳Teen Wolf \ Theo Raeken✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora