Capítulo 1

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Los días han sido muy estresantes, mi papá el gran Iron Man se volvió el líder de los Avengers, los súper héroes de la vida real. Me emocionaría, pero solo existen porque el hermanito de uno de ellos o más bien el de Thor, llamado Loki, resulto ser un sociópata narcisista y prácticamente le declaro la guerra a la tierra cuando destruyo una base de Shield y robo un cubo súper poderoso.

Pase de tener toda una torre en donde podía pasearme y curiosear, el dinero y la libertad de salir con mis amigos, estar con mi novio, caminar por la ciudad o lo que sea a solo poder estar en el penthouse de la torre, todo el maldito día. Claro que al principio la idea de poder estar tirada en sillón o en mi cama viendo la televisión y comiendo cualquier cosa deliciosa que pasaba por mi mente no me pareció la peor forma de pasar el tiempo mientras atrapaban a Loki, pero ya había pasado un mes y no tenían señal de él.

Es viernes y mientras me cambio de ropa a algo que no sea una pijama o ropa vieja destinada para echar la flojera, estoy decidida a que hoy saldré de mi encierro. Pienso en que le diré a Tony para que me deje salir, aunque sea por cinco minutos, creo que le diré que iré por donas, sé que le encantan y no se podrá negar o bueno eso esperaba.

Ya era un maldito mes de estar encerrada y dudaba que hubiera peligro alguno, no creo que Loki sepa de mi existencia o que fuera parte de su plan, yo no poseo ningún tipo de poder ni habilidad extraordinaria como para llamar su atención, yo simplemente no pinto, solo estaba siendo presa por un padre paranoico y sobre protector.

Una vez lista, suspire para hablar con mi señor padre.

TN- Jarvis, por favor comunícame con mi papá

Jarvis- Enseguida Señorita TN

TN- Gracias

Enseguida mi papá contesto la llamada

Tony- Hola mocosa ¿Está todo bien?

TN- Hola papi, te llamaba por...

Tony- ¿Papi? Jajajajaja  – me interrumpió- esas son medidas desesperadas TN, algo quieres y seguro es algo muy costoso como una isla con tu nombre, un castillo tamaño real de Chocolate o algo a lo que diré que no

TN- Pues ¡NO!, soy una hija que se preocupa por su papá, no sé dónde estás, si ya comiste....

Tony- jajajajaja TN, eres bárbara, ya dime la verdad

TN- Que fea idea tienes de mi como hija, claro que me preocupo por ti, - fingí indignación- pero sí quiero algo...

Tony- Ya sabía, Dispara

TN- Quiero salir, prometo no tardar, iré por donas, ya estoy grande, no te puedes negar, anda, te comprare todas las que tú quieras y esperare a que regreses para comerlas juntos, pero déjame salir, me volveré loca- le rogué

Tony- No lo sé hija... es peligroso, hubiera preferido que me pidieras la isla- se quedó en silencio por un momento- Esta bien puedes ir -suspiro - siempre y cuando no tardes más de una hora, te estaré vigilando con el GPS y no quiero hables con nadie.

TN- ¡¡Gracias, gracias, gracias!! – No cabía de felicidad.

Tony- Ten mucho cuidado, una vez que vea que estes afuera, corre tiempo y tráeme algunas donas rellenas y otras con chispas

TN- Dalo por hecho, te prometo tendré cuidado y cuando vuelvas aquí estarán tus donas. Adiós, papá

Una vez colgué y se desactivo el sistema de seguridad, salí corriendo de la torre, no quería darle tiempo a Tony de arrepentirse.

Decidí irme caminando, las calles estaban llenas de gente como siempre, aunque la mayoría de las personas iban de prisa, me tome mi tiempo para llegar a la cafetería, me lleve algunos empujones y golpes de la gente que pasaba, pero no me importo, tenía una hora de libertad y la disfrutaría.

Fusión de AlmasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora