Drákos Agóra

Capítulo IV: El Seductor

Notas de la autora: Me da gusto que mi historia sea del agrado de varias personas. Espero que lo sigan disfrutando.
La imagen es un sketch de Suzukage: https://twitter.com/r_suzukage  

Por cierto, no se si lo mencioné antes, tomé a Camus versión del manga, es decir, su cabello es rojo.

Sin más preámbulo, el cuarto capítulo...

~°~°~ Capítulo IV: El Seductor ~°~°~

El despacho de abogados se mantenía constantemente ocupado, atendiendo diferentes casos y nuevos clientes. Frente a su escritorio lleno de documentos perfectamente organizados, se plantó Minos con una sonrisa que daba miedo. Comenzó con su saludo habitual y una pequeña charla, así eran cuando el rubio estaba concentrado. Luego de darle vueltas al asunto, Radamanthys exigió conocer la presencia del intruso, quien le entregó un fólder medianamente voluminoso indicando su nuevo caso.

- Todos lo rechazaron, solo quedas tú. -

- Mentira... ya sé que Hilda lo envió directamente -

- No la creas tan poderosa. Te conozco, y este caso es para ti. -

Minos dejó el fólder que contenía la información básica y se retiró lentamente, deseándole éxitos a su estresado amigo. El caso que albergaba a familias en estado de vulnerabilidad, madres víctimas de violencia intrafamiliar sin juicios concluidos y que ahora conformaron un sindicato. Sonaba complicado, y eso lo entusiasmaba.

En tanto, Kanon estaba en proyectos finales de laboratorio. La entrega de los proyectos experimentales y los reportes con los análisis le quitaban valiosas horas de sueño. Sin embargo, al culminar con los proyectos, el día viernes no se hicieron esperar las propuestas para salir a relajarse con sus amigos.

– "¿Tienes planes para hoy?" – texteó a Radamanthys, seguido de algunos emoticones.

Radamanthys estaba en la sala de descanso con Aiacos, cuando escuchó el sonido del mensaje. Lo revisó y esbozó una ligera sonrisa.

– Oh, vaya. Nunca creí ver esto – exclamó Aiacos, divertido.

– ¿A qué te refieres? – cuestionó rápidamente Radamanthys

– Parece ser que ya te has conseguido una novia. –

– ¡Qué! No, – fingió una risa. –¿Novia? No necesito que me quiten más mi tiempo. –

– Entonces, ¿quién te escribió? –

– Nadie, solo... – Nuevamente llegaron otros mensajes

– "Iremos a un bar con Milo y los demás"

– "Si quieres puedes venir con Aiacos"

– Nos están invitando ir a tomar, es tu hermano –

– ¿Milo? ¿Por qué te invitaría a ti y no a mí? – Radamanthys sólo levantó una ceja.

– Dije "nos están invitando" – se defendió. Aiacos se le quedó viendo detenidamente, haciéndolo exasperar. – Argh, piensa lo que quieras – estaba a punto de marcharse, cuando Aiacos lo detiene por el brazo.

– Ya Rada, eres tan irritable – sonrió conociendo el genio de su amigo.

– Eres insufrible, deja de ver a la gente así –.

– Está bien, vamos, necesitas relajarte. – recibió un gruñido como respuesta – "¿Qué se trae entre manos?" – pensó para sí mismo, sospechando de la invitación.