Una historia de amor entre dos chicas.
Dentro de lo más profundo del bosque hay un ser extraordinario que ha vivido muchos años sin ser visto, hasta que alguien por casualidad la observo de lejos, miro y se sorprendió con su belleza distinta a otras...
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Nunca hay nada interesante aquí —exclama Romina— Desde que llegamos aquí solo miro animales y demasiados árboles. Romina una chica de corta edad, en la punta de la flor de su vida, No te quejes y termina de limpiar, qué no tarda en llegar mamá —Dice su hermano— Estoy bastante cansado, hace mucho que no me llaman mis amigos.
El pequeño hermano de Romina es un niño que le gusta vestir con overoles, un niño extrovertido, gracioso, un poco estresante para Romina, Pues dudo que te llamen —Dice Romina con un tono sarcástico— Es mejor olvidarnos de todos, Romina está enojada y decepcionada, ya que hace poco su padre fue despedido de la fabrica donde trabajaba, ahora tuvieron que mudarse a la granja de uno de sus tíos.
Extraño mucho los ruidos de la cuidad —Con voz triste dice su hermano— Quisiera volver, no hay nada aquí, más que tú. El hermano de Romina es un niño muy quisquilloso, Iré a poner la mesa —con tonos bajos dice Romina— No han de tardar en llegar a casa, al menos eso espero.
Romina saca un mantel de cuadros rojos y blancos, muy lindo, recién lavado, lo pone sobre la pequeña mesa cuadrada de madera vieja, parecía que la habían sacado de una tienda de antigüedades, la adorna con un florero lleno de margaritas y una rosa en medio. Pone los platos en la mesa, vasos y cubiertos. Ya está listo —dice Romina— ahora solo esperemos que no tarden, Romina se acuesta en el sillón, cierra los ojos un instante.
Se escucha que se rompe el vidrio a causa de un golpe, —¡Qué demonios, Guillermo!— grita Romina—Eres un tonto. El florero está roto, unos platos y vasos igual están rotos, tirados debajo de la mesa, Guillermo, el hermano menor de Romina había jugado con su pelota dentro de la casa.
Lo lamento mucho—con voz baja—No pensé que pasaría esto. Ve hacia abajo con lagrimas en los ojos —Nunca piensas, me has metido en problemas, son los únicos platos y vasos que tenemos en casa, mamá se enojará— Romina está altamente preocupada y enojada.
Romina intenta levantar los vasos pero en ese momento un vidrio le corta las manos, ¿Estás bien? —pregunta su hermano— Voy por el botiquín. Romina con su mano sangrando agarra unas servilletas para detenerse la sangre. Termina de barrer todo.
De lejos se mira una persona, esa persona parecía tener un color extraño de piel, camina hacia esa persona, dentro del bosque ese ser se va alejando cada vez más, Romina entra al bosque y comienza a seguirla —¿Hola?— pregunta, sin obtener respuesta. Se ha perdido dentro del bosque, no sabe a donde ir, ha perdido a la criatura que estaba siguiendo —¿Hay alguien aquí?— pregunta Romina— Me he perdido, ¿me podrían ayudar?
Con temor no sabe a donde dirigirse, —Me llamo Romina, vivo en la granja que está por aquí— comienza a dar vueltas en su alrededor, se escuchan las hojas moviéndose, siente como alguien la mira desde atrás, voltea, no hay nadie, regresa la mirada, ahí está de nuevo la criatura enfrente de ella.
Un ser espectacular, sorprendente, su corazón comienza a latir de una manera extraña, nunca había tenido esa sensación, siente como si algo fuera brotando dentro de ella —Me llamo Romina— balbucea —No sé donde estoy ¿Quién eres?, ha quedado sorprendida con la belleza de este ser que está enfrente de ella.
Me llamo Neferet— una voz profunda y suave— Yo he vivido aquí toda mi vida, esta criatura se va acercando cada vez más, Romina comienza a sentirse extraña y confundida, no entienden qué es lo que está viendo y sintiendo. —Es un lindo nombre...— balbucea, nota que sus manos sudan, Neferet la toma de mano, Romina cierra los ojos.
Al abrir los ojos Romina ve que está de nuevo enfrente del bosque —¡Romina dónde estás!— grita su hermano —¡Aquí estoy!— exclama Romina, se acerca su hermano con el botiquín para sanar su herida, Romina está confundida —Oye, ya no tienes nada aquí— dice su hermano, su herida desapareció, quedan sorprendidos de la situación.
Mientras su hermano sigue sorprendido por la herida de su hermano que mágicamente desapareció, Romina no puede sacarse del pensamiento a esa chica que vio en el bosque, no puede dejar estar impresionada por lo que vio.
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