25

19.8K 3.4K 2K
                                    

Capítulo dedicado al grupo de wsp de LOC e IO por cumplir un año ya 🤩🥳 ¡Felicidades, mis amores! 💜 Un año es muchísimo tiempo y ustedes lo han conseguido, a pesar de que ya están cada vez más locas jajajsja Gracias por ser tan lindas conmigo 🥺💜 Me encanta aparecer para alborotarlas <3 Son las mejores, bbs, nunca cambien 😘 

***


ESTO NO ES UN CITA

Parte 1


Raziel me mira desde el otro lado de la mesa con los brazos apoyados sobre la rígida madera y una humeante taza de café enfrente. Lleva una playera negra, muy desteñida, el cabello lo tiene despeinado y bajo sus ojos unas ojeras que componen todo el aspecto de una persona que no ha dormido bien.

—¿Por qué me miras así? —cuestiono, llevando la taza de té que me ha preparado a mis labios. Está igual de humeante que la suya y tiene un sutil aroma a canela que me recuerda a Seth.

—Se suponía que anoche hablaríamos, tal cual llevas deseando desde hace días.

Su mirada penetrante permanece. Es como un animal que me acecha entre la maleza, buscando el momento adecuado para aventarse contra mi cuello. Está molesto porque anoche no pude resistir lo tentadora que se sentía su cama.

Pasó más o menos así:

Cuando susurró que ya no habría más secretos y me dio el abrazo más tierno que jamás me había dado nunca, nos compenetramos un momento para seguir con las caricias y los besos. Raziel me despojó de mi abrigo con sutileza; sus manos recorrieron mi espalda apresándome contra su pecho. Lo hacía de una forma anhelante, en busca de la satisfacción de tenerme cerca de él otra vez. Sus besos me lo demostraron. Saboreaba mi boca como si fuera completamente suya, pero al mismo tiempo con una delicadeza extraña. Así, me llevó hasta su habitación, me recostó en su cama, me besó con muchísima más intensidad y luego me dijo «ya vuelvo». No sé cuánto tiempo esperé, ni qué tan pronto me dormí, solo recuerdo cuán plácida me sentí.

Supongo que volver al cuarto y encontrarme dormida era todo menos lo que él esperaba.

—Van dos —indica en ese tono de anciano gruñón que saca cada vez que está molesto.

—Lo siento —admito con sinceridad, encogiendo los hombros—. Tenía sueño, recuerda que vuelvo de un agitado viaje.

—Tus sueños también son bastantes agitados —alude entre dientes—. Porque anoche no solo te dormiste, también te apoderaste de la cama y tuve que dormir en el sofá. —Mueve la cabeza de un lado a otro, enfatizando en el lugar donde le duele—. Eso te costará un masaje.

—Te lo quedaré debiendo. Me tomo esto —elevo la taza— y me voy.

—¿Y qué pasó con la charla?

Se ve que su interés es auténtico, lo que me saca una sonrisa interna porque demuestra que va en serio con lo de «no más secretos». Pero no puedo evitar ser esquiva, hacer que sufra un poquito más.

—Necesito comprar un celular —respondo sin darle mucha importancia a sus palabras. Él frunce el ceño sin comprender, y yo por poco olvido que no se ha enterado de algunas cositas sobre mi viaje—. Me asaltaron.

—¿Lo dices en serio?

Va de la sorpresa a la preocupación. Está mostrando más expresiones que de costumbre. Tener a Raziel adormilado frente a mí tiene una ventaja después de todo.

INTENCIONES OCULTAS  EAM#2 | PRONTO EN LIBRERÍASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora