Golden Tales [Skydas]

29. Las últimas horas

(Narra Skye)
Ya faltan sólo unas horas para que el Plan de Midas comience, hace unos días tuve un momento único con Midas, le confesé que me llamo Ámber, aunque creo que como todos, seguirá o preferirá llamarme Skye, lo cual siempre me trae lindos recuerdos de mamá...

Seguía en mi habitación cuando Midas deslizó una hoja debajo de la puerta cerrada, no hizo ningún otro ruido y escuché sus pasos alejarse. Me paré de la cama y tomé el papel, era una carta.

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Ámber, querida:

Estamos a unas horas de activar el dispositivo y conocer el nuevo destino de la isla, mi plan ha sido investigado con detalle, por lo qué hay una probabilidad muy baja de que este falle, sin embargo, esa posibilidad está ahí, así que en el casi imposible caso de que algo suceda, necesito decirte esto.

Desde el primer día que te vi, sentí una chispa diferente en tus ojos, te veías desesperada, finalmente tengo que agradecerle a tu padre, pues gracias a él, tuvimos la fortuna de coincidir, y ahora me alegro que esté mucho mejor.

Conoces mi pasado, me contaste el tuyo, hemos hablado sobre nuestros secretos, y todo este tiempo que hemos compartido, me di cuenta que te amo desde el primer día que te vi, esa linda sonrisa que te caracteriza, esos ojos azules igual de hermosos que el cielo, te la vives en mi mente, por que realmente no paro de pensar en ti.

Si hubieran sido situaciones distintas, tal vez podríamos habernos enamorado con tranquilidad, pero te prometo que cuando se acabe esta pesadilla, lo seremos todo, después de tratar de serlo en medio de esta guerra.

Estoy luchando por ti, por la familia que somos todos los agentes, por mi única familia de sangre real, Marigold, y quiero que sepas qué pase lo que pase, te amo, te amé, y te amaré siempre, Ámber.

-Midas
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Estaba llorando, demasiado, trataba de calmarme, pero no podía, Midas había sido sincero, pero el haberme insinuado varías veces que su plan podría fallar, empiezo a pensar qué tal vez está previendo su muerte o algo así, no, no no no no, no eso, no puede, ser, no puede... ocurrir.... tengo que detenerlo...

Llevaba tiempo sin utilizar la espada que me regaló, la última vez salvé a Marigold, esta vez decidí llevarla conmigo, también tenía tiempo sin utilizar el rifle y el gancho que me regaló, estas últimas semanas estuve en la Agencia sin regresar al Tiburón, al igual que todos los demás.

Salí de mi habitación, necesitaba apoyo moral, y quien mejor que Tina, hace tiempo que nos distanciamos un poco por esta situación, al igual que me enteré que ella y Brutus se habían separado, logre conectar los sucesos con lo que escuché en la discusión entre Brutus y Marigold.

De pronto Maya nos contactó a todos por nuestros radios.

-"Midas nos solicita a todos en el lobby de la Agencia, quiere hablar con todos"

Supongo que Tina tendrá que esperar.

Al cabo de unos 5 minutos todos estábamos reunidos.

-Queridos Agentes, es casi el día- declaró Midas- quiero agradecerles a todos por estar aquí, y por haberme apoyado desde el inicio, estamos a unas horas de conocer un nuevo destino, o una nueva realidad, y sea la que sea, los quiero, a todos, gracias por ser, más que amigos o agentes, una familia- una lágrima salió de su ojo

-No nos pongas sentimentales- se quejó Tina con una sonrisa mientras trataba de ocultar sus ojos llorosos

-Te queremos Midas- susurró Miaúsculos con una sonrisa nostálgica