Manzana de Adán (Ryusui x Tú)

Heredero

Advertencias: Posibles errores de dedo y redacción. Lemon.

Heredero

Aún te costaba acostumbrarte al nuevo idioma y ver símbolos que a tus inexpertos ojos eran pocos familiares.

Sí te sirvió bastante el intensivo curso del idioma japones al momento en que te otorgaron la beca de intercambio. Te sentías plenamente afortunada, y aún aprendías a conocer tu nueva soledad, aunada a prácticamente mantener una casa para ti sola. Bueno, departamento.

Era increíble la forma de vivienda en Japón, la optimización de espacios y extraños gagdets como aquel moderno inodoro eran toda una excentricidad a tus costumbres americanas.

En California, las casas eran enormes, los bulevares inmensos, el entretenimiento clásico juvenil era simplemente salir al mall, algún café gourmet innecesariamente costoso y la pizza más deliciosa que habías probado; había palmeras cada veinte metros y el clima, bueno, en eso si era parecido.

La diferencia con las calles era abrumadora, pero ya suficiente tenías con tu día a día lleno de descubrimientos extraños. Así que el día de hoy preferías quedarte en tu modesto espacio, ocupándote de la tarea del fin de semana.

O eso planeabas.

"Cielo, llego en 20 minutos."

Ahora consideraste que fue mala idea tener de amistad a Minami. Pero se interesó bastante en tus costumbres extranjeras desde el primer día que llegaste a la Universidad, ya que no suelen llegar alumnos del otro lado del mundo.

Los propios del continente europeo y por supuesto asiático, abundaban, pero alguien de Estados Unidos era toda una novedad.

No sabías si tanta atención era buena, al menos Minami era una chica encantadora y realmente se esforzaba en hacer tu estancia más cómoda. Bien, quizá era bueno el motivo de su visita.

La puerta sonó.

—¿Quieres conocer el barrio Azabu? — Preguntó la rubia apenas entró con un espectacular vestido que se ceñía a su cuerpo de forma exquisita.

—¿Dónde? — Preguntaste.

—El barrio Azabu, cariño, se encuentra en Minato, unas de las prefecturas más ricas de Japón. Es un evento de abolengo y muy exclusivo, conseguí una invitación y estoy segura que estarán muy encantados de recibir a alguien del extranjero. — Respondió cuando sin ningún permiso revisaba tu clóset.

Por tu mente pasaron escenarios muy extraños y existía una curiosidad genuina por conocer a los ricos de Japón, tampoco es como que conocieras a los de California.

Aceptaste y al mismo tiempo, tu amiga sacaba un hermoso vestido negro, aquel que guardabas en ocasiones especiales.

Un sencillo vestido negro, con cuello en V y altura justo encime de tus rodillas, un cierre oculto por enfrente y las mangas en tres cuartos lo hacían sobrio. A juego, tacones negros de apenas 10 cm de altura.

Era lo más elegante que llevaste contigo y no esperabas usarlo tan pronto.

Minami fue tan amable de maquillarte con los fantásticos productos que ella traía consigo. Te miraste en el espejo, ella hizo un excelente trabajo, vaya que su trabajo era precioso, ligero y sutil. Sólo resaltaba el intenso lápiz labial rojo en tu outfit color negro.

Sentías que nadie te merecía.

Saliste junto a tu amiga, invitándote a subir a su auto, un lindo March Nissan color vino.