𝐄𝐍𝐂𝐔𝐄𝐍𝐓𝐑𝐎𝐒 𝐈𝐍𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀𝐃𝐎𝐒

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Tarde de nuevo, mis ojeras son más notorias que de costumbre, pero no me arrepiento de haberme quedado hasta tarde leyendo.

Moblit y yo tuvimos que correr para tratar de llegar unos minutos a tiempo, porque sí, Moblit también se despertó tarde. ¡Qué irónico! ¿no? Fue a una fiesta hasta tarde un día antes de regresar a clases.

Pero centrémonos en lo principal, quedan unos minutos para la clase y voy al baño para arreglar mi cabello, y sí en una de mis tantas crisis que tuve decidí cortarlo, todo iba bien, tenía las tijeras adecuadas, mi cabello estaba arreglado, incluso tenía una idea bien clara de lo que quería. El problema fue cuando Moblit llegó a mi habitación gritando porque había una cucaracha en el baño y no podía matarla, si él no lo podía hacer, YO MENOS, justo llegó cuando tenía las tijeras ABIERTAS sobre mi cabello, se tropezó con mis tenis y cayó sobre mí haciendo que lo cortará. Tuve que ir a arreglarlo pero peinarlo es algo tedioso.

—...Y terminé. —Me veo por última vez en el espejo—. ¡Achuuu!

Oh no, por favor no. ¡¿POR QUÉ TENGO QUE SER IRREGULAR?!

—Ahm...¡Hola! —Una chica pelirroja con dos coletas se acerca a mi—. Toma, creo que la necesitas. —Me da un sobre rosa que contiene una toalla femenina.

—Muchas gracias. —Le agradezco y tomo la toalla.

Al parecer estaba pensando en voz alta cuando dije lo de ser irregular.

—Si gustas, tengo un cambio en mi casillero, puedo traerlo.

Sus ojos esmeralda desprendían un brillo único.

No tarda en regresar con un cambio y se lo agradezco.

—De verdad, muchas gracias. —Le dí una sonrisa aliviada.

—No hay de que, entre mujeres nos apoyamos. —Sonrie y sus ojos se cierran, qué tierna es—. Bueno, te dejo ya casi empieza mi clase. —Me da una última sonrisa antes de irse.

Tengo que apurarme, mi clase también está por empezar y si tengo un retraso en la primera clase me quedarían solo dos antes de tener una suspensión.

—Uff, llegué —tomo un poco de aire y apoyo mis manos en mis rodillas, definitivamente correr no es lo mío.

Busco con la mirada un lugar disponible cuando la pequeña pelirroja de antes me hace señas para sentarme a lado de ella y un castaño.

—¡Por aquí!

Después de una hora el timbre da comienzo a nuestro pequeño descanso antes de la siguiente clase y salimos juntos del salón.

—Oye, no te pregunté, ¿cómo te llamas?

—¡Isabel! Y él es Farlan. —Palmea el hombro del castaño.

—Un gusto. —El más alto desordena mi cabello, adiós al gran peinado que hice en la mañana—. ¿Y tú?

—(n).

Durante los descansos me contaron algunas anécdotas de la infancia. Son tan unidos que prácticamente crecieron como hermanos; Farlan al ser solo unos meses más grande que Isabel la cuida como una niña pequeña aunque tuviera casi diecisiete años.

—...Y luego Farlan salió corriendo pero se tropezó con la manguera del agua que estaba abierta, así que cayó en el lodo. —La pelirroja rie.

—Cállate Isabel, tú tuviste la idea de ir a tocarle a aquel niño.

—Yo solo quería ser su amiga.

Damos un pequeño recorrido por la escuela, entre los pasillos se escucha una melodía; Isabel y Farlan no le dan ninguna importancia, tal vez solo sea mi imaginación o es algo común.

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El resto del día transcurre normal y después de las clases Isabel y Farlan me acompañan de regreso a mi casa. Fueron muy amables conmigo todo el tiempo, sinceramente es algo que agradezco ya que pensé que sería algo complicado integrarme en la nueva escuela. Extraño un poco a mis amigos de mi antigua escuela, pero era necesario para mi salir del ambiente tan tenso que vivía en mi casa.

Realmente admiro mucho a Moblit por ser el primero en tener la iniciativa de no tener que soportar el trato que nuestros padres nos daban, la mayoría de las veces no estaban presentes pero cuando lo estaban solo discutían y nos hacían sentir como si fuéramos una carga para ellos.

Moblit se mudó hace dos años y me contaba lo difícil que era al principio, solo tenía pocos ahorros que le ayudaron a rentar una pequeña casa cerca de la escuela y tuvo que buscar trabajo para poder mantenerse. Antes de sumarme a él, yo venía a visitarlo seguido y le traía algo de comida y suministros para ayudarlo. Pienso en buscar un trabajo para mi y así ayudar con los gastos del hogar.

Toc, toc, toc

Escucho el sonido de la puerta y me asomo por mi ventana para ver de quién se trata.

—¿PIECK? —grito y me apresuro a bajar para saludarla.

—(n) —grita en cuanto abro la puerta—. Te extrañé tanto mi niña. —Y me abraza.

—Yo también, pasa, pasa.

—Gracias. Veo que por fin te decidiste hacerle compañía a Moblit —dice mientras toma asiento en la sala.

—Sí jaja. Sinceramente en términos de soportar ya no soportaba.

—No te preocupes, está bien que pienses en ti y sobre todo en tu salud mental. Recuerda que siempre que quieras hablar conmigo voy a estar para ti, y ahora más que ya somos vecinas.

Conocí a Pieck hace dos años cuando Moblit apenas llegaba. A pesar de no verla tanto y conocerla poco fue suficiente para saber que en ella tengo alguien en quien confiar y aprecio mucho su amistad.

—Gracias de verdad. ¿Quieres quedarte a ver alguna película romántica cliché?

—Hasta la pregunta ofende.

Ambas reímos y comenzamos a preparar palomitas para disfrutar de la película. A las dos nos encantan las películas románticas y emocionarnos con las interacciones entre los personajes. Decidimos ver Me Before You  y como era de esperarse ambas terminamos llorando pero la disfrutamos mucho. Después de acabar cada película o libro romántico siento un vacío ya que siempre conecto muy bien con los personajes y llegar al final de su historia solo me deja con más ganas de algún llegar a tener algo así.

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what am i | levi ackermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora