-Elizabeth, bastante bien que se te da ignorarme las llamadas luego de siete años. Además, ¿no es loco que tenga que exponerme ante el FBI por ti?
Tras la finalización del instituto ella escapó lejos de él con una sola finalidad; alejarse de su burb...
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"No eres la única que tiene problemas.
Ambos los tenemos.
¿Y ellos? Tendrán que sobrevivir a los nuestros"
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📍 Philadelphia , PA
Jughead manejó lentamente hacia el edificio de grandes pisos y se metió directamente en el estacionamiento sin ningún ruido innecesario en el vehículo. Lo estacionó en su lugar correspondiente y tomó sus cosas para bajar de este, sin embargo tomó un gran suspiro para mirarse al espejo del vehículo e intentar borrar cualquier línea de estrés. Caminó hacia el ascensor y marcó el mismo piso que solía marcar no tan usualmente como necesitaría—y quería—.
Rebuscó en su bolsillo las llaves para colocarse en la puerta y girar, entrando a aquel departamento a una altura considerable que siempre se reía al recordar a la rubia con su vértigo o frente a la chimenea.
Milo fue quien se acercó moviendo su cola y dio un saltito—Milo, por favor—se quejó.
—¡Papá!—gritó Amelie corriendo a él para abrazarlo.
Jughead dejó soltar aire aliviado cuando los niños corrieron a él y como siempre hacía, los mantuvo en sus brazos unos largos segundos.—Otra vez has venido triste—murmuró Max.
—Porque saben que lo estoy, un poco.
—Lo sabemos, pero creo que te falta una salida con nosotros—soltó segura Amelie.
—Niños... ya lo hemos hablado—susurró este dejando sus cosas.
—Si si si, "no podemos salir"—Max bufó para encojerse de hombros—, igual mientras tú estés con nosotros.
—Lo estoy—sonrió—¿Les parece si buscan una película para ver?
—¡Si!—los niños festejaron mientras el adulto caminaba hacia su habitación para ver a una chica doblar la ropa como si fuera su tarea del día.
—Jughead—murmuró.
—Betty, solamente bésame—pidió acercándose. La rubia lo hizo y lo abrazó por el cuello.
—Lo situación te está ganando por el estrés. Tu salud mental ya no está bien.
—Lo sé—claramente que lo sabía, lo sabía a tal punto que el plan había salido de sus manos cuando entró en un ataque porque creyó que ellos habían muerto cuando era parte de su plan. Porque Carla—que era una de las otras dos personas que sabía—, intentaba bajarle los pies a la tierra para que las cosas no se fueran a la borda, y porque Lisa se ausentaba e ignoraba la situación—sus dotes de actuación sirvió para fingir shock y dolor ante la situación, para que no lograra afectar al bebé—. Pero por fuera de ellas, no sabía nadie más de la verdadera situación, y no era algo que a Jughead le hacía feliz ver una y otra vez.
