8 años después.
–¿Y Mau? -pregunté a Aidan cuando llegó después de mí a la cancha pública de baloncesto-
–Tranquila, aquí está -respondió sonriendo y me mostró el cactus en el que Mau quiso que pusiéramos sus cenizas; ese cactus ya tenía una flor, como le hubiese gustado ver a Mau-
Después de la muerte de Mau, todo mejoró. Mi relación con Aidan se solidificó cuando ambos fuimos a estudiar a Nueva York. Ambos cuidábamos de Mau (el cactus) y lo llevábamos siempre con nosotros. Daniela y Franco nunca tuvieron una relación estable, y antes de que su toxicidad aumentara, ambos decidieron alejarse; así, Franco y Roberta se dieron una oportunidad y mientras ellos son felices, Daniela sólo busca chicos guapos, musculosos, de cabello castaño y ojos azules como su ex, Andrik. Después de graduarnos de la universidad, Aidan y yo decidimos regresar al lugar donde nos conocimos y decidimos vivir juntos en nuestra madriguera del conejo; la remodelamos e hicimos ajustes para poder vivir ahí. Por fin esa casa estaba limpia y no llena de polvo como antes cuando Aidan se quejaba de eso. En esos 8 años Aidan y yo ya habíamos hecho demasiadas cosas juntos, por ejemplo, de las notas del tiro al blanco ya habíamos cocinado juntos, montar a caballo, tomar clases de baile, y él me obligó a ir al Museo Batman y no disfruté de eso, excepto porque Aidan estaba sumamente feliz ese día y entonces sólo disfruté por su alegría. También habíamos adoptado una mascota, un gato como Alvin, sólo que este no tiene nombre de ardilla, se llamaba "MAT", las iniciales de Mau, Aidan y las mías juntas. Ya habíamos hecho muchas cosas de ese tiro al blanco, entre otras, y ese día estábamos recreando nuestra primera cita.
–Un picnic en la cancha pública de baloncesto... -dije sonriendo-
–Con pizza y bebidas del Starbucks... -dijo Aidan sonriendo también-
–Como en nuestra primera cita -dijimos al unísono y reímos-
–Pero esta vez, con Mau acompañándonos -dijo Aidan y ambos sonreímos mientras observábamos el cactus-
–Deberíamos seguir con la lista de Mau -propuse-
–Sí. ¿Cuántas cosas nos quedan por hacer?
–Ya no tantas
–Dime una
–Viajar en globo aeróstatico
–Podemos hacerlo mañana -propuso Aidan y sonrió-
–¿Mañana no tienes concierto?
–No
Después de graduarse en Julliard, Aidan por fin era un músico profesional y exitosamente reconocido. El que era su dueto con Roberta al fin se convirtió en una banda, y obviamente siguieron llamándose "Maurus", el nombre de Mau en latín.
–También tenemos que conocer al Papa -esbocé una sonrisa atenuada- Por Mau
–¿Regresar a Italia? No sé -fingió- Además, Mau dijo que estaba bromeando con eso
–No, Mau sí quería conocerlo, así que, iremos al Vaticano -sonreí-
–No sé, no sé -volvió a fingir-
–¡Aidan!
–Sólo te estoy jodiendo -dijo riendo- Haremos todas las cosas pendientes de Mau, incluso conocer al Papa -sonrió-
–También tenemos que ir a una alfarería y hacer figuras de barro, como Mau quería
–Y también tenemos que bailar bajo la luna, como Mau quería
–Pero Mau sí bailó bajo la luna, lo hizo con Roby
–Lo sé, pero ve -señaló al cielo- Hay luna llena, tenemos que aprovechar -dijo sonriendo y me extendió su mano- Te preguntaré lo que ya es costumbre: la vida es una pista de baile, ¿me concedes esta pieza?
–Te concedo esta y 268 más -dije sonriendo y tomé su mano-
Después de unos minutos de bailar al ritmo de nuestros corazones, Aidan detuvo el baile, tomando mi rostro entre sus manos e inclinándose ligeramente para besarme.
–Diliget te (te amo) -dijimos sonriendo, al unísono-
Después de eso, volvimos a besarnos cálidamente, uniendo nuestros labios en una felicidad absoluta.
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Aidan Gallagher, ¿mi verdadero amor? (Aidan y tú) [2]
FanfictionTodavía hay una promesa por cumplir y 268 aventuras más por vivir.