Buen viaje

Buen viaje- Capítulo 1

Gia

-Mamá enserio no es importante que me acompañes- el insisto mientras lo digo por la casa

-Sí lo es, eres mi única hija y mi tesoro más preciado, aparte estarás sola por 2 meses crees que estaré tranquila si no te llevo-dice mamá mientras me abraza y me da un beso en la frente

-Está bien, esperaremos a las chicas en el aeropuerto-digo cogiendo mi última maleta y llevándomela al hombro

-Como usted mande señora- responde mamá

-Te adoro mamá-contesto sonriendo

A pesar de los nervios que tengo pues es mi primer viaje fuera del país y solo con 2 chicas que están rematadas de la cabeza compartiendo dos meses sin mamá, quiero parecer tranquila pues pondré peor a mamá sospecho que si ocurre eso se arrepentirá y no me dejara ir.

-Llegamos- avisa mamá mientras baja de la camioneta y yo la sigo.

Entramos al aeropuerto y mamá compró unas papitas para matar el tiempo hasta que mis amigas llegaran, se demoraron entre 10 o 15 minutos, mamá las saludó al igual que yo.

-Ay mis niñas! que grande que estan, su primer viaje juntas! ya saben, tienen que protegerse la una a la otra, no peleas ni discusiones, ¿No se olviden de nada?

-Muchas gracias por los consejos tía, alistamos las cosas con tiempo y ya todo esta empacado- Responde Melissa dandole una de sus hermosas sonrisas a mi mamá

-Yo me estoy muriendo de los nervios, he traido unas pastillas para dormir durante él vuelo-suelta Emy en voz baja

Y justo cuando yo iba a desechar la idea de Emy sobre las pastillas, suena un parlante con una voz muy delicada diciendo que nuestro vuelo ya iba salir.

Caminamos todas juntas hacia la puerta de embarque y en cuanto volteo para abrazar a mamá, veo que esta hecho un mar de lagrimas, se que es dificil para ella, y en realidad para mi tambien, se que se quedara sola y esa idea no me gusta en lo absoluto, pero como siempre dicen: tengo que volar.

Me acerco hacia aquella mujer llorosa y la abrazo, lo mas fuerte que pueda y ella hace lo mismo, sus lagrimas caen sobre mi hombro y cuando me doy cuenta, yo estoy derramando unas cuantas lagrimas al igual que ella.

-Mamá te quiero mucho, no nos pasara nada, prometo llamarte todos los días,te amo- y termino mi oración dandole un beso en la mejilla.

-Te amo mas mi pequeña, cuidate mucho por favor, sabes que si te sucede algo yo me moriría, y creo que ya te tengo que soltar por que los señores de la puerta me están mirando con cara de pocos amigos- y me suelta con una sonrisa un tanto triste.

Cada una se despide de mi mamá con un beso y un abrazo, las chicas la quieren demasiado, mi mamá siempre ha estado con ellas en los momentos mas difíciles, se podria decir que es una segunda mamá para todas.

Subimos al avión y todas buscamos nuestros asientos, mi mamá se encargo de separarlos, asi que nos tocaban juntos, yo me senté en el asiento de la derecha pegada a la ventana, junto a mi estaba Melissa, y luego Emy.

Emy se tomó una de sus famosas pastillas para dormir, Melissa se quedo mirando unas revistas y yo en un abrir y cerrar de ojos me quede dormida no sin antes poner mi despertador para cuando llegaramos, queria estar despierta para el aterrizaje.

-Llegamos niñas-digo sonriendo mientras espero que la tripulante nos dé el visto bueno para pararnos de los asientos.

Salimos del aeropuerto, y un taxi ya nos estaba esperando afuera de el, nos llevo al departamento que nos habían alquilado, era muy bonito, contaba con 3 habitaciones, 1 cama en cada una y un baño en cada cuarto, una cocina con todo amueblado, una sala-comedor muy bonita y espaciosa, una lavandería un tanto pequeña y un balcón.

Todas desempacamos, estábamos cansadas pero de no ser así, ninguna tendría ni si quiera un cepillo de dientes fuera.

Cayó la noche y vimos que la nevera y absolutamente toda la cocina estaba completamente vacía, las tripas comenzaban a rugir y nos pedían comida a como de lugar.

-Creo que será mejor que vayamos a comprar algo de comer y hacer un poco de mercado si quiera para mañana el desayuno- propuso Melissa apoyándose en el mesón de la cocina.

Emy y yo estuvimos de acuerdo así que nos cambiamos y salimos.

-Pues yo creo que hemos llegado al paraíso de los chicos guapos- Dice Emy con voz coqueta

-Esto es lo que necesitábamos hace mucho- responde Melissa sonriendo

Si bien es cierto habían chicos realmente guapos en la plazuela, sin embargo yo estaba más preocupada en que el dinero que hubiéramos cambiado fuera suficiente para lo que teníamos que comprar.

Llegamos a casa y preparamos lo primero que se nos ocurrió con lo comprado tortillas de hot dog y
Arroz fue lo que nos salvó aquella noche.

Después de cenar lo que quedaba ya siendo las 10 de la noche era acostarnos a dormir, esta semana sería una muy larga...