Orgullo, Prejuicio Y Titanes (Levi×Reader)

OVA V - WANDA WICKHAM (32.5)

Por favor, que alguien me ayude...

Sus ojos hinchados le impedían ver a su alrededor, había llegado al lugar que le indicó su esposo al verlo por última vez, pero la voz no salía de ella.

Cayó al suelo cansada de caminar sola, lo último que vió fue una luz iluminandola antes de desmayarse.

Se preguntaba cuál pudo haber sido su propósito al nacer, sabía que sus padres amaban a todas sus hijas y que los comentarios de su padre hacia ella eran por una broma mal calculada al no saber el daño que le hacía a ella pensar que era la más tonta de todas sus hermanas, quizás ahora esa era la razón para alejarse de su familia lo más pronto posible. No, su papá tenía razón en lo que decía, ella era tonta por haber gastado su juventud en los hombres que no le daban importancia a ella, tenía la culpa por creer que el matrimonio con un hombre del regimiento la ayudaría a salir de ahí y vivir su vida como siempre quiso: libre de burlas y reproches.

Pero no contaba con que la vida le depararía con la sorpresa de que los hombres no eran como en los cuentos que le contaba su hermana mayor en sus libros, aquellos hombres que darían su vida contra animales ficticios y personas dominantes de magias oscuras no iría por ella para rescatarla de la torre de la desesperación y tristeza, aquellos hombres no existían y ella lo confirmó en carne propia con George Wickham, aquel hombre le había arruinado su expectativa del matrimonio feliz, duradero y fiel. Aquel hombre le mostraba la dura realidad. Sin embargo, su sorpresa fue mayor al verlo pelear en aquella batalla de de titanes, quién se imaginaria que ese hombre peleaba por ella y su bienestar, quizás la vida se había comparecido de ella y decidió mostrarle la caridad, aunque fuera por unos segundos.

Aquel instante le bastó para volverse a enamorar de aquel hombre que la engañaba y hacía llorar todas las noches, ese hombre le había demostrado lo que quiso vivir durante toda su corta vida: una demostración de amor fiel y verdadero.

Había sido como lo imaginó cuando lo vió por primera vez, había sido años atrás, estaba con su hermana mayor porque sabía que él estaba enamorado de ella, pero a ella nunca le interesó los sentimientos que tuviera hacia su hermana mayor, pronto ella se iría a la division militar menos deseada de las murallas, eso le había destrozado a aquel hombre y en su desdicha, pensó que cortejar a una de sus hermanas sería una venganza dulce, y qué mejor que con la última de las hijas Baumeister, y sin esforzarse, ella había caído rotundamente a sus pies a la primera insinuación que le dió a la chica, escapándose durante la primera expedición de las hermanas mayores de la familia Baumeister, sin saber que ninguno sería feliz con aquel plan.

Su vida de casados no fue lo que le prometió George cuando se escaparon, le había dicho que su vida sería feliz al estar juntos, pero debía esperar para que pudieran casarse, pero aquel frívolo plan de dejar sola a aquella hija no le había salido nada bien al ser descubiertos. Tuvieron que casarse y así comenzó la trágica vida de los recién casados. Ambos se distanciaron, y solo la caída de Shiganshina hizo que se unieran por unos momentos. Quizás no lo amaba, pero agradeció que no la haya dejado atrás en aquel distrito de la muerte.

—¡Niña! ¡Despierta! —una voz la llamaba. Con pesar abrió los ojos, encontrándose con una mujer rubia bastante mayor— ¡Por fin despiertas! ¿¡Qué ha ocurrido en Shiganshina!? ¿De dónde eres? Nunca te he visto aquí ¿buscas a alguien?

—Cariño, deja de atacarla con tantas preguntas. Ella deber estar recuperándose.

—¿D-dónde estoy? —trató de articular una palabra la menor, observando frente a ella a una pareja de casados y a un menor.

—Mi hijo te encontró tirada, ¿estás bien?

—Busco a la señora Wickham —se acomodó sentándose sobre el pastizal del lugar—. ¿Adónde debo ir para encontrarla? —los dos mayores se miraron angustiados.