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No pudo evitar sonreír al escuchar sus fuertes carcajadas, sus mejillas sonrojadas y las pequeñas lágrimas que resbalaban por sus mejillas o tal vez solo eran gotas de lluvia.

Aun estaba lloviendo, pero era algo que ya no importaba, estaban empapados, corrieron en vano tratando de buscar un refugio para evitar la lluvia.

Terminaron dándose por vencidos cuando él se cayó al no pisar correctamente la orilla de la banqueta y terminó en el césped ensuciándose un poco de lodo.

Provocando así la fuerte risa de la persona que lo acompañaba, pero que terminó acostándose a su lado.

— Deberíamos pararnos. — murmuró girando su rostro para poder verlo, entrecerró uno de sus ojos porque la lluvia golpeaba su rostro.

— Deberíamos.

Lo escuchó responder.

Ambos regresaron su mirada hacia el cielo, que batallaban en ver por las gotas de lluvia.

Sintió sus mejillas sonrojarse, cuando sus dedos meñiques se rozaron por quinta vez en el día, pero esta vez si lo entrelazaron, quedándose en completo silencio.

— Fue un gran día. — murmuró.

— Lo fue, deberíamos salir de nuevo. ¿Qué dices?

— ¿Hablas en serio? — giró un poco su rostro para verlo asentir.

— Podemos ir a donde quieras.

— Escuché de una exposición en un museo de historia. — comentó en voz baja, arrepintiéndose un poco al escuchar su risa—. ¿Demasiado aburrido? Olvídalo, podemos hacer lo que tú quieras.

— No, no, es una buena idea, la última vez que visite un museo fue en un viaje escolar.

Soltó una risa al escucharlo.

— Será increíble. — prometió.

— Lo será porque estaremos juntos.

Su corazón se aceleró al escuchar esas palabras.

Él siempre le decía cosas así que lograban emocionarlo y sonrojarse. No sabe hacia donde se estaban dirigiendo, pero está bien porque van juntos.

Después de un rato bajo la lluvia y que comenzó a estornudar fue cuando decidieron que era tiempo de irse.

No mencionaron sus meñiques entrelazados, pensaba qué tal vez era una tontería que únicamente a él le pareció linda.

Al llegar a su casa, lo vio sonreírle, pensaba irse después de dejarlo, pero le ofreció pasar para darle ropa seca y cálida, no estaría tranquilo sabiendo que regresará con su ropa empapada por la lluvia.

Él lo miró durante unos segundos y aceptó, no hablaron de nada en específico mientras subían las escaleras, dentro de la habitación corrió directo a su closet buscando algunas cosas qué tal vez le quedarían bien.

Tomó algo de ropa seca para si mismo y salió del closet, lo asusto, al parecer estaba husmeado alrededor de su habitación.

— Linda habitación. — le comentó con una sonrisa al tomar la ropa.

— Puedes cambiarte aquí, yo iré al baño. — murmuró y salió disparado hacia su baño sin esperar una respuesta.

Por alguna razón lo dejo tiempo más a solas en su habitación, tal vez quería darle más tiempo para que lo conociera a través de ella.

Cuando regresó lo encontró pasando delicadamente su dedo índice por el lomo de sus libros, esta vez no se sobresaltó.

— ¿Haz leído todos estos libros? — lo escucho preguntar.

Broken heart. | M.Y - K.T | OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora