Capítulo 19

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¡KaBUm!

Steven.

El tic-tac es el sonido que hace nuestra subconsciente cuando te recuerda que la hora de morir a llegado, que no todo lo que planeas saldrá como lo dictaste, que en la vida lo más seguro es la muerte por eso ella te da la ventaja de correr todo lo que puedas pero en el momento que te detengas te alcanzará y te ganará la carrera y es que joder te da una puta vida entera pero ¿de que vale cuando estás luchando contra la vida y la muerte?

Muchas veces me recalque que a la única cosa que hay que temerle es a la muerte y ahora me encuentro batallando con ella en una lucha, o es ella o soy yo y la verdad quiero ser yo.

Cuando estás ahí, en una camilla te pones a pensar ¿qué hice con mi vida? Recalcas cada una de tus historias, te das cuentas que tuviste más batallas perdidas que ganadas (o en mi caso es así) que la vida no tiene sentido, que nosotros mismo se lo damos, que ella no nos escribirá una lista de lo que vamos hacer a futuro, tú mismo te creas tus destinos, tus sueños, tus pasiones. La puta vida es cansada por eso la cuestiono en un cincuenta cincuenta, ahora mismo me encuentro así batallando para ganarle a la muerte esta vez y no lo hago por mí porque a la final soy una escoria más para el mundo lo hago por ella, porque necesito ir a salvarla es lo que ella haría por mí.

Escucho voces mientras estoy dormido, porque se que estoy dormido, no me puedo mover y siento un tuvo en la boca y el pitido de una máquina es cuando caigo en cuenta que estoy en un hospital.

— Tiene fracturas en unas de las costillas y el fuerte golpe que resivio en la cabeza le dejo confusiones cuando llego por eso lo tuve que sedar, en este momento él nos está escuchando. No paso a mayores, pero tiene que quedarse acá hasta mañana.

Escucho como cierran la puerta, pero también hay alguien en la habitación y por los pasos cautelosos se que es Roberto, escucho que se posa a mi lado pero no escucho su respiración eso quiere decir que esta de espalda de mí quizás viendo por el ventanal.

Hago el esfuerzo de abrir los ojos para así poder salir de la tormenta que se avecina cuando Roberto me apunte con una arma en la cien.

Creo que trato mil años para poder reaccionar ya que el analgésico es una mierda, comienzo abrir lo ojos e intento que mi vista se acostumbre a la claridad de la luz, intento moverme pero es en vano ya que me quejo del dolor que siento en las costillas y en la cabeza. Toco mi frente y esta vendada al igual que mi pierna y mis brazos.

—Al fin despierta la princesa— comenta Roberto aún de espalda con las manos en los bolsillos.

Suspiró e intentó inclinar un poco mi espalda a la pared para poder sentarme —Si me vas a matar hazlo de una vez.

—Seria un boleto fácil para Satanás y la verdad no me agrada— se gira y se posa en frente de la camilla.

— Amo tu sentido de humor.

— No hagamos las cosas difíciles y comienza a contarme cada detalle de lo que paso—sigue con las manos en los bolsillos con suma seriedad que da miedo—¿Cómo terminó Verónica y Nicoll secuestrada?

Obviamente no pregunta por Diana porque aún no sabe de su existencia. Tengo miedo de que a la hora de terminar de hablar venga a mi y me saque el corazón con sus propias manos.

Momento exacto...

Observo como todo es un caos y noto que Nicol se quedó sin municiones pero tiene una granada en su mano todo pasa muy rápido cuando noto que le iban a despirar a Estaban, Nicol no lo piensa dos veces y tira la granada al tipo que iba a disparar pero me doy cuenta que Verónica está en el camión y de ese lado el tipo le iba a disparar a Esteban corro hacía ella...

Latidos infernales [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora