21. ᴄʀιsιs ғᴀᴍιʟιᴀʀ

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๛Jungkook había conseguido calmarse y dejar de pensar en ello horas previas a la visita del novio de su hijo.

Parecía tan dócil como uno más de los 7 gatos que tenía viviendo en casa.

O al menos eso había comentado Taehyung, y es que para ese momento Jungkook estaba siendo mimado tan a gusto que ni siquiera se había detenido a pensar que tenía un saldo de gatos en contra en esa suma mental sobre animales que estaba sacando mentalmente.

Sólo habían sido Chubasco, Llovizna, Ventisca, Mostacho y Oreo siendo este último el gato negro que Jungkook lastimó con una bolsa de basura y quien por lo visto se había sentido lo suficientemente cómodo en casa como para quedarse de manera permanente luego de haber hecho buenas migas con los demás gatos.

Pero Taehyung había mencionado 7 gatos, haciéndole saber que tenían dos gatos más a los que ni siquiera conocía.

Jungkook quería quejarse pero una de las manos de Taehyung estaba rascando tras su oreja tan a gusto que 2 gatos más no podía preocuparle demasiado.

El médico estaba cómodamente tendido en la suave alfombra en el interior del corral del bebé, con su cabeza apoyada en los muslos de su esposo quien permanecía sentado en posición de indio mientras jugaba a armar una torre de figuras con el bebé.

Los párpados de Jungkook pesaban para cuando escuchó el molesto sonido del timbre.

Se movió incómodo hundiendo su rostro en el muslo de su esposo, sin querer levantarse a atender.

──No ── se quejó al sentir a su esposo moverse intentando ir a atender

──Tengo que ir a atender ── aseguró Taehyung enredando sus dedos en el cabello azabache de su esposo mientras rascaba su cabeza consiguiendo que dejara de quejarse por algunos segundos ── puede ser importante

──Si es importante entonces esa persona va a llamar más tarde ── aseguró aún con sus ojos cerrados al oír el timbre una segunda vez

──Puede ser Jis ── aseguró Taehyung ── recuerda que ella va a cuidar de los niños mientras nos escapamos

Jungkook suspiró derrotado levantándose del lugar para atender a su hermana, no le entusiasmaba la idea de ser interrumpido pero el igualmente tendría toda una tarde con su esposo por lo que no podía quejarse.

Pasarían tiempo juntos, tenían un reserva en un lindo lugar y había encargado un precioso ramo de flores, talvez podría tener la suerte suficiente como para terminar su noche con broche de oro al regresar a casa.

Una sonrisa animada tiró de sus labios al pensar en ello mientras caminaba en dirección a la puerta.

Sonrisa que se borró automáticamente al ver a la persona al otro lado de la puerta.

Jungkook sólo vió rojo, ni siquiera le dió tiempo al bandido a saludar antes de tomarlo por su camisa estampando el cuerpo del jodido traidor contra la pared de entrada de la casa.

No conseguía pensar en algo más que en el malestar que sentía al saber que ese mocoso de mierda había puesto sus sucias manos en su pequeño tornado.

──¿En qué mierda estabas pensando? ── comentó molesto Jungkook sujetando con mayor fuerza la camisa del adolescente

──¡Papá! ── jadeo espantado Yeonjun bajando la escalera rápidamente e intentando apartar a su padre de Soobin sin éxito ── ¡papá has algo! ── miró a Taehyung esperando conseguir algo de ayuda

──Ahora es cuando los sueltas antes que llame a la policía ── señaló Taehyung

──El no va a llamar a la policía ── comentó incrédulo Jungkook frente a aquel comentario

Peaches and Cream // Libro N#2 KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora