#𝐕𝐄𝐈𝐍𝐓𝐈𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎

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A Taeyong le hervía la sangre de enojo. ¿Qué estaba haciendo Jaemin besándole la mejilla a su novio? ¿Qué hacían los dos juntos? La noche anterior iba a ir a la casa de Doyoung a reclamarle, pero puesto a que era ya muy tarde, decidió ir temprano en la mañana antes de llegar al trabajo. A lo lejos podía ver el departamento de Do y piso mas fuerte el acelerador, con el ceño fruncido y con bolsas negras debajo de sus ojos debido al cansancio.

Bajó de su vehículo y entro rápidamente en la recepción y esperó impacientemente a que el elevador bajara. Cuando se abrieron las puertas intento contenerse, pero le soltó un golpe en la cara a la única persona dentro de el ascensor.

—Agh... Buenos días ¿Cómo amaneciste? —dijo Jaemin sarcásticamente mientras sobaba su mejilla golpeada.

—¡Cállate, tú y Doyoung me tienen que explicar varias cosas! —gritó jalando a Jaemin nuevamente dentro de el ascensor y presionó el botón del piso donde vivía Doyoung. Na se mantuvo callado hasta que llegaron a la entrada de la casa de el mayor.

—Doyoung! ¡Abre la puerta! —gritó tocando la puerta fuertemente. Al no recibir ninguna respuesta volvió a gritar aun más enojado ¿Hasta dónde podía llegar el ego de su novio? —¡Kim Dongyoung abre la puerta de una maldita vez, no estoy jugando! —Taeyong tomaba las cosas con tranquilidad normalmente, pero a esas alturas ya había perdido los estribos y el enojo lo consumía.

Jae solo observaba a Taeyong con cierta inocencia mientras le gritaba a la puerta.

—¡Apartate de la puerta la voy a tirar! —gritó por ultimo con un tono preocupado a diferencia de los demás gritos.

—¡Espera! —gritó Jaemin detrás del peliblanco antes de que lo hiciera—. En recepción hay llaves de emergencia de todos los cuartos, podemos pedirla —sugirió Jaemin con una sonrisa tímida, no quería molestar más a Taeyong de lo que ya estaba. Aparte de que tenia miedo de que le volviera a golpear porque a simple vista se podía notar que Taeyong era más fuerte que Jae... Aunque no en todo.

—Esta bien, ve tú yo esperare por sí contesta —dijo con desconfianza. Jaemin asintió al más alto y corrió hacia el ascensor nuevamente.

Mientras esperaba a Jaemin mantuvo silencio por sí escuchaba algún ruido dentro de la casa, pero no hubo absolutamente nada. Doyoung no contestaba sus mensajes, no le regresaba las llamadas y ahora se encerró en su casa. ¿Qué le pasaba?

Na no tardo en regresar con las llaves y una gran sonrisa dibujada en su rostro la cual Taeyong ignoró por completo. Jaemin le extendió las llaves y Taeyong las tomó de mala gana para abrir la puerta.

Todo estaba oscuro y en orden como siempre. Había una posibilidad que Doyoung se haya ido temprano de su casa, pero también se podía estar escondiendo de él.

—Doyoung ¿Dónde rayos estas? Deja de jugar —dijo al cerrar la puerta detrás de él.

—Buscaré en la cocina...

—Ni se te ocurra, vienes conmigo —lo interrumpió tomando su brazo bruscamente, jalándolo más a él para que no se le escapara. Tenía muchas dudas que resolver con ese pelinegro y su novio, no lo dejaría de observar hasta que las resuelva.

Tras recorrer casi toda la casa Taeyong se encontraba muy preocupado, sólo quedaba el cuarto de Doyoung y tenía un muy mal presentimiento de aquello, realmente no quería abrir la puerta.

Después de pensarlo varios segundos se armó de valor y tomo la manija de la puerta abriéndola rápidamente. Sintió un gran alivio al ver el cuerpo de Doyoung entre las cobijas completamente dormido.

#𝐇𝐄𝐋𝐋𝐄𝐕𝐀𝐓𝐎𝐑¡! - 𝐍𝐂𝐓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora