Advertencia: Declaminer Beyblade Burst, los personajes no me pertenecen créditos a Hiro Morita, situaciones románticas, leve mención de Smut; Lemon, nada de lo ocurrido tiene que ver con la historia original, todo es creado sin fines de lucro.
Número de palabras: 971.
Notas iniciales: Es algo corto pues se suponía que era un drabble, que son de 100 a 500 palabras, pero nunca eh podido hacer uno con ese número exacto, no hay Lemon solo es una leve mención casi nada, sin más que decir disfrútenlo.
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𝗕𝗲𝘀𝗼𝘀 💋
Kurenai Shu amaba los besos, ya sean los mañanero para iniciar un magnífico día, los intermedios a escondidas de sus compañeros, de la suerte en los días importantes y los de despedidas para llegar a casa con una gran sonrisa, anhelando que el día terminará pronto para así probar de nuevo ciertos labios, también había los de sabores a fresa, vainilla o chocolate.
Pero no sé dejaba besar por cualquier persona, pues se trataba de un beneficio exclusivo para cierto chico de cabellos azules y ojos color chocolate, su supuesto mejor amigo Valt Aoi, con quién se beso por mero impulso mientras veían el hermoso atardecer, tal vez fue la química que tenían desde ya hace unos años atrás o él deseo de probar a qué sabían los labios de su amigo.
Le gustaban más los que los hacían quedar sin aliento o de esos cortos pero sinceros, juntar sus lenguas o sus belfos, los tiernos en la frente o en sus mejillas, pero lo que no le gustaba era quedar con las ganas de esa muestra de cariño, pues se habían vuelto tan indispensable cómo él aire que respira todos los días y en todo momento.
Las clases habían terminado en la universidad y de mal humor con una mezcla de tristeza caminaba hasta la casa de Valt, para empezar ese día había olvidado su almuerzo algo no común en él, al ir por el camino no vio a su querido amigo y no hubo un buenos días en sus labios, tampoco había llegado a clases, ¿Quién se cree?, pensó durante todo el día.
Aunque siendo sinceros no era que estaba molesto por su mal día o por los besos que no recibió, sino más bien por no saber nada de él en todo el día, bien podía haberle avisado, ¿Se habrá enfermado? ¿y sí le pasó algo?, eran otras preguntas que lo tenían preocupado, por eso durante el camino compró pollo frito, bebidas, también algunos dulces para alegrar le la vida y algunos medicamentos por sí a caso.
Al llegar aquel albino de ojos carmesí, se miró al espejo por sí a caso, no quería que su querido Aoi lo viera desarreglado, pues aún sin darse cuenta se había enamorado, se asustó al ver la puerta de la casa de su amado abrirse, así que dio un salto no tan exagerado.
- Ah- lo miro confundida una azabache de ojos color púrpura, a quién secretamente le llamaba suegra- Ay Shu pasa, voy de salida pero Valt está en su cuarto- le aviso con una sonrisa.
- Gracias con permiso- dijo para así entra avergonzado.
- Dile que deje comida en la estufa para que coman... ¡Toko, Nika, apúrense!- dijo de manera rápida pues parecía qué tenía el tiempo encima.
Kurenai subió las escaleras a pasos lentos, por suerte la habitación de Valt estaba cerca, su corazón latía desenfrenado y una sonrisa que le delataba que estaba enamorado, al entrar lo vio recostado sobre su cama con su celular en mano.
- ¿Shu?- cuestionó sorprendido él de cabellos azules, pues él albino no frecuentaba ir a su casa.
- ¡Valt me alegra que estés bien!- exclamó lanzado se a sus brazos.
- Ay te preocupaste que lindo, no fue nada grave- dijo para luego tomar el rostro de Shu entre su brazos y darle un tierno beso.
- ¿Estás bien?- pregunto sin apartar su vista de sus labios.
- Sí- dicho eso ambos se besaron, él más bajo se estatura había metido su lengua en la cavidad bucal de su amigo, ganando como siempre aquella tan placentera lucha.
Se separaron por falta de aire, los dos trataban de regular sus respiraciones, luego él de ojos color chocolate se levantó para ver sí aún estaba su mamá y hermanos en casa, al ver que no estaban le comenzó a explicar y a darle al albino más de un beso.
- Lo que pasa es que me quedé dormido- le dijo a centímetros de su rostro.
- Entiendo- dijo para luego unir los labios con él contrarió, pero como venganza le mordió su labio inferior y luego le dio una bofetada.
- ¡Auch!- sé quejo molesto.
- ¡Idiota yo pensé que te había pasado algo, no me asustes así!- exclamó molesto.
- Lo siento- dijo para luego comenzar a reír nervioso.
- Vamos a comer, te traje algo- indico serio.
- Shu- dijo tomando al albino de la cintura.
- Sí- murmuró algo nervioso.
- Me alegra que te preocupes por mí gracias- dijo mientras le quitaba las bolsas de la manos de Kurenai y ponerlas en su escritorio.
- No es nada idiota, ya vamos- dijo sin importancia alguna.
Él de ojos color chocolate no dijo nada, pero en un movimiento rápido empujó a Shu en su cama, lo tomo de sus muñecas y se puso encima de él y lo miro con una sonrisa burlona, en cuanto al de ojos color escarlata, evitaba verlo a los ojos pues estaba demasiado sonrojado.
- ¿Qué ha...ces?- cuestionó avergonzado.
- Te daré un castigo por golpearme, vete acostumbrado lindura- le murmuró al oído.
Shu se quedó inmóvil sin saber que pasaría, por su parte, Valt había desabotonado el saco de su querido chico, luego le alzó su playera y camisa blanca, comenzó a repartir besos en el cuello y rostro del albino, al verlo quieto lo soltó y beso sus labios, luego su torso, Kurenai no sabía que hacer, probablemente iba a experimentar muchos más tipos de besos, a menos que llegarán a mayores ya que él de piel canela lo había comenzado a manosear, o a menos qué la señora Chiharu los interrumpiera al verlos en esa situación para nada moral.
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Notas finales: Algo corto a falta de tiempo, no eh dormido casi nada 🥺 parece que el Windows se me reinicio y no pienso bien, espero que les haya gustado y si más que decir, nos leemos tal vez pronto.
