Era demasiado predecible y ridículo, la salvación del pueblo, el gran guerrero en el que todos habían puesto su absoluta confianza para exterminar aquella bestia que atemorizaba sus noches y les robaba la calma, había caído rendido ante los encantos de su oponente, el cazador estaba siendo cazado y eso no era nada bueno. Llevaba pensando de esa manera desde hace algún tiempo, exponía mi vida ante cualquier clase de riesgo a diario y nunca pensé que otra cosa que no fuera un ogro, un vampiro o una quimera podría matarme, no sabía como lidiar con esto, cedí ante la situación, hice algo malo y se sintió tan bien hacerlo. Esta probablemente sea la historia cliché que se remonta a los tiempos de los antepasados de cualquier persona, un romance trágico entre lo bueno y lo malo y la búsqueda furtiva por hacer lo correcto sin dañar a cualquiera, sería como Romeo y Julieta, aburrido, repetitivo y catastrófico pero que clase de persona sería si nos les permitiera disfrutarla.
Como todos mis trabajos, empezó con algo que mantenía inquietas a las personas, algo que los mantenía con un miedo constante y estaban buscando todos los medios posibles y recurrieron hasta mí para hacerlo. Podría decir que me siento orgulloso de mi trabajo, los halagos vienen incluidos y eso siempre es algo bueno de escuchar. Aún recuerdo ese día de noviembre, hacía frío, estaba lloviendo y las calles del pueblo lucían solitarias por la lluvia y el reciente miedo.
— Señor Hale — me llamó un hombre de piel morena entrando en la oficina en la que me encontraba — Es un gusto tenerlo finalmente aquí, soy Allan Deaton, el alcalde de Beacon Hills — dijo estrechando su mano con la mía, gesto que correspondía por educación y no por cuenta propia.
— El placer es todo mío, gracias por la oportunidad — respondí.
— No hay nada que agradecer, esto es trabajo, si tengo que admitir que vernos en esta situación es un poco vergonzoso para el pueblo pero he tenido el honor de escuchar acerca de su trabajo y es espléndido.
— Insisto en seguir agradeciéndole — respondí con la odiosa sonrisa de compromiso que tanto detestaba, es trabajo y sin él no tendría donde caerme muerto, agradezco ser un profesional en esto — También tengo que admitir que me sorprende mucho que Beacon Hills necesite mi ayuda, suelen ser muy independientes en este distrito — dije atinando a la causa de la molestia del mayor, me encantan estas reuniones solo por darme el simple lujo de hacerlos molestar, más aún cuando los problemas están fuera de sus manos.
— Hasta los más grandes pueblos de este país necesitaran ayuda algún día — se excusó — Su último trabajo en Blue Alwyn fue lo que llamó mi atención y espero que Beacon Hills no sea la excepción.
— Cazar vampiros no es tan difícil que digamos — alardeé — Es tan sencillo como exterminar una plaga de ratas, hasta podría decir que ambas especies son la misma cosa, ¿a qué me enfrento en esta ocasión?
— Un hombre lobo — soltó sin tacto alguno y eso me había aterrado verdaderamente.
— ¿Hombre lobo?, pensé que se habían extinto hace diez años.
— ¿Estás aterrado Hale?, porque fácilmente puedo buscar a un cazador más apto para esto.
— ¡Por supuesto que no! — reclamé — Es solamente que anticipar que es un hombre lobo cuando todos los libros de registro de cacería dicen que están extintos es algo chocante, ¿qué le hace creer que es un hombre lobo?
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TW | The One-Shots
ФанфикLa historia repentinamente siempre cambia su curso, del amor al odio, de la felicidad al miedo y de la tranquilidad a un choque de éxtasis. Se presentan de repente, parecen amenazar arrasar con todo pero no hacen nada más que atraparte hasta enamora...