〖𝕷𝖔𝖛𝖊 𝕾𝖔𝖓𝖌〗◤NCT●2Chan◢ [OS]

Confesión

Jung Sungchan odia la lluvia. Los días nublados le daban sueño y pereza, además siempre lo tenían de un humor extraño, algo como un poco triste y pesimista, al igual que aquel día en particular.

Afuera había una llovizna ligera y refrescante -típica de aquella época- cuando la campana de salida retumbó en sus oídos arruinando su pequeña siesta a hurtadillas, tampoco se molestó tanto ya que estaba aún medio dormido y suficientemente atontado para no reaccionar enseguida ante las carcajadas escandalosas que Chenle soltó al verlo.

— ¡¡Sungchan, tienes la cara llena de baba!! — Exclamó con su voz chillona y más irritante de lo normal, partiéndose de risa.

Apenas su cerebro logró darle sentido a todo aquel ruido identificando las palabras "baba" y "cara", el castaño se apresuró a tallarse el rostro con las manos comprobando que estaba repleto de saliva pegajosa.

— Rayos. — Su voz salió ronca y suave. Se apresuró a limpiar los rastros de sueño con las mangas de su suéter cuando escuchó a su profesora carraspear desde el frente del aula.

— Señor Jung, espero que todo ese cansancio sea de tanto desvelarse estudiando para mi examen. — Advirtió la mujer con un tono indignado y el adolescente todo lo que pudo hacer fue asentir apenado.

— Lo siento, profesora Kim. — La mujer negó.

— No quiero disculpas, quiero buenos resultados. — Sentenció estrictamente. — A menos que esté planeando ser el único en venir a los cursos de verano y tomar los exámenes de recuperación... y limpie esa saliva del escritorio antes de salir. — La joven profesora dejó el aula, pareciendo más molesta de lo común.

La profesora Kim Taeyeon era una mujer de mal genio la mayoría del tiempo, pero era una buena profesora, el problema principal radicaba en que Sungchan no tenía cabeza para la literatura en absoluto y era el único que estaba reprobando aquella clase, obligando a la docente a impartir cursos de recuperación sólo para él. Entonces era claro que ella lo odiaba con justa razón, tampoco ayudando el hecho de que el estudiante siempre estaba al borde de dormirse durante las clases, no comprendía los libros que debían analizar para las clases y ni siquiera podía justificarse con buenos resultados en la teoría porque en resumen, nada se pegaba a su cerebro de teflon.

No pasaron ni cinco segundos cuando se volvió a escuchar la risa estruendosa de cierto adolescente al cual el castaño miró malhumorado por burlarse a sus expensas.

— No es gracioso.

— A menos que haya estado viviendo en una realidad distinta, esto siempre ha sido graciosísimo. — Chillo el rubio aún muerto de risa. — Ella te odia.

Sungchan iba a quejarse de nuevo cuando un trapo aterrizó justo en su cara. Lo tomó y miró a su agresora parada con evidente molestia junto al armario de utensilios de limpieza.

— Más te vale que antes de irte limpies toda esa porquería que salió de tu boca, estoy cansada de limpiar tu pupitre.

Kim Minjeong era bonita, pero demasiado aterradora como para que alguno de los chicos se acercara a ella, sin mencionar el hecho de que era la presidenta de clase, hija de la profesora Kim y al igual que la mujer mayor, Minjeong tenía un gran problema con Sungchan, parecía detestarlo por alguna razón que él jamás podría adivinar y si era franco tampoco quería saber.

— Tranquila Min, Sungchan iba a limpiarlo justo ahora. — Interrumpió Chenle apenas recomponiendose del ataque de risa.

— Primero, no me llames Min, es Minjeong. Aunque te cueste más trabajo. — Miró mal al menor de los tres y luego miró amenazante a Sungchan una vez más. — Y segundo, date prisa y larguense o tendrán que ayudarme a limpiar el salón.