Capítulo 6

946 172 6
                                    

XI

Baji ya había estado a punto de caerse más de tres veces, el dolor en sus piernas y brazos le hacía caminar con más lentitud y a base de temblores, sus quejidos eran ignorados hasta por él mismo, pero no por eso menor lastimeros. Podría desesperar con facilidad a cualquiera, incluso al oscuro que caminaba frente a él, tan tranquilo pero a la vez con esa fuerza que le dicta que se ha cansado de escucharlo.

Tal vez, si Baji tuviera un solo segundo para descansar sus quejidos no serían tan estresantes, incluso haría el esfuerzo por andar más rápido, pero no, el paso continuo del oscuro lo obliga a no detenerse, seguir siempre adelante para no perderse entre la oscuridad del túnel subterráneo. No era del todo oscuro, la luz azul le dejaba ver con claridad aminorando su miedo, observando continuamente la espalda de la bestia frente a él.

La ropa del Oscuro era delgada, apenas una camisa o algo que asemejaba serlo de color negro, bastante ligera tomando en cuenta el frio que seguía calándole a él, y estaba seguro que el material sería algo similar a la seda. Naoto vestía algo similar pero un poco más abrigador, supuso que era por esa pequeña parte que no era oscuro en el pequeño.

Viéndolo con algo de claridad pudo observar que el cuerpo del padre de Naoto no era para nada gigantesco o robusto, ciertamente le recordaba un poco a Takemichi, y si se ponía a comparar Mikey podría parecer más grande en contextura. Entonces, un oscuro podría no aparentar ser tan fuerte, aunque la verdad era que la fuerza de aquella criatura era bestial, con esa compleción física había sido capaz de romper algún hueso suyo.

—Camina más rápido. Mientras más nos tardemos más tiempo tendré para considerarlo y matarte.

A Baji le recorrió un escalofrió. Ir más rápido le parecía casi imposible, con el dolor en su cuerpo y el frio calándole en la piel lo más rápido que podía ir era a ese paso lento y tortuoso, no había manera en la que soportara más, simplemente no podía. Aun así hizo un pequeño intento, y sus piernas se doblaron de inmediato, pidiendo un descanso.

Resonó el golpe de sus piernas contra el suelo, haciendo un eco que lamentó de inmediato. Intentar levantarse es lo que llega a su mente de inmediato, pero su cuerpo parece tener otras intenciones dejándolo caer, maldice.

Por primera vez la bestia se detiene y gira, dándole a Baji la vista perfecta de los ojos ámbar que brillan aun cuando hay luz. Los ojos del oscuro no podrían ser más hermosos, para su tortura, le gustan, le agradan, y se queda viéndolos mientras que se sostiene sobre sus brazos.

—Levántate.— La voz del oscuro le eriza la piel, le intimida. —o no voy a esperar más por ti.

Baji hace el esfuerzo de levantarse cuando por fin ha podido desenganchar la mirada de los ojos del oscuro. Se impulsa en el brazo que menos duele y suelta u quejido cuando sus piernas deben de hacer esfuerzo. Casi consigue caer, pero se mantiene aun cuando su cuerpo tiembla y pequeñas punzadas regresan. El Oscuro suelta un largo suspiro, como si Baji estuviera jugando. Vuelve a caer, sin poder evitarlo.

—Esto es una mierda.— Murmura con la frente contra el suelo, aun temblando por las diversas razones por las que ha estado sufriendo. Respira hondo, dándose fuerzas para volver a intentarlo.

Vuelve a impulsarse, casi lanzándose importándole poco si queda de pie o no, y es que su desesperación ha llegado a aquel punto donde hace las cosas más rápido de lo que las ideas corren en su cabeza. Cierra con fuerza los ojos porque siente en una de sus piernas como si se hubiera desgarrado, el dolor tan presente que sabe que caerá tan pronto abra los ojos. Es así, cuando podría decirse que se siente en el aire vuelve a ir hacia abajo, casi directo. Pero algo impide que vuelva a tocar el suelo.

Oscuro [Bajifuyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora