Latidos infernales [Completa]

Capítulo 20

Verdades y decisiones.

Diana Wells.

¿Cómo me describiría? Sencillamente como una chica misteriosa, una chica que en estas alturas de la vida no sabe que creer. Quiero a Verónica, pero también quiero muchas cosas simplemente es eso, un sentimiento que aveces engaña tu forma de pensar.

¿Que debería hacer? Una chica normal, se pondría sus audífonos y se encerraria en su habitación a llorar por su puta existencia, pero yo, yo me pongo mía audífonos y salgo a trotar nada mejor que relajar la mente haciendo ejercicios a las tres de la madrugada.

Nos ponemos a dudar en si querer a alguien vale la pena, en donde los sentimientos son solo obstáculos, en donde te enteras de cosas que te hacen cambiar de parecer por esa persona porque nadie en el maldito universo es sincero, porque todos piensas en si mismo antes que los demás y ese fue mi error ponerla a ella antes que todos.

No valía la pena insistir, estar allí con ella, que aveces es mejor no pensar, no ilusionarse, que si las cosas pasan serán breves o eternas porque en esta vida todo tiene punto de vencimiento y sabes que si ignoras ese aviso prepárate para las consecuencias.

—¿No te estarás equivocando? No puede ser real lo que me estás diciendo, estoy tratando de asimilarlo pero no puedo—sigo trotando mientras la persona que me salvó de aquella explosión me da la información que cambió todo.

— No, no me estoy equivocando, nunca lo haría.

Momentos en los cuales tu corazón se desvanece por el dolor de la decepción porque no fue sincera aunque su mural de la "moral" siempre estaba delante de ella nunca me dijo la verdad, no le importe nunca y ¿por qué debo echarle la culpa? La culpa es mía por ignorar todas sus advertencias;

"Cada latido que des por mí, será un infierno para ti."

Hubieron noches que lloré por ella, y cuando Rebecca me restrego en cara que se había acostado con ella, esa noche tomé con el corazón aun lado y me dijo;

—Dejare de latir si sigues llorando así por ella.

Yo le contesté con una botella en la mano mirando al cielo.

— Estas roto, no puedo dejar de llorar por ella cuando tú estás peor.

Y en gran parte me lo discutía yo misma porque yo fui la que cree un vinculo con ella aún sabiendo que ella misma me daría las opciones de amar u odiar.

— ¿Qué necesitas?— preguntó.

— La quiero a ella para vengar su muerte— le respondí.

No todos los días te enteras que tú crush mató a tu hermano. ¿Qué se hace en ese punto? ¡No lo sé! Solo siento veneno en mi alma, rabia, e impotencia porque todo este tiempo estaba buscando al asesino de mi hermano y era ella, lo sospechaba si, pero solo eran eso, sospechas. Siento rabia porque nunca fue sincera, solo pensó en ella antes que en mí.

¿Cómo pudo mirarme a los ojos y no sentir  nada?

"Se que para ti no soy una cosa, soy tu objetivo"

Ahora entiendo a lo que se refería, ella sabía que yo buscaba al asesino de mi hermano. Todas sus indirectas fueron muy directas pero yo no veía más allá de mi nariz.

— Te ayudaré, pero sabes que necesito algo a cambio —añadió.

— Te encontraré lo que me pediste y gracias.