27. Jul. 9:44 PM.
Famoso y Feliz.
Capitulo único.
Ahí sentado, apoyado sobre sus manos extendidas hacia atrás, sus piernas extendidas hacia delante y mirando al cielo. Inmóvil y tranquilo. Parecía la estatua de un Adonis. Verlo tan sereno y en paz era, para él, lo mejor de ése día. Casi siempre parecía tenso y estresado. Aunque con su máscara impacible intentara disimularlo, con él no funcionaba. Podía ver perfectamente dentro de él.
Y tanto estrés no era para menos. Su padre ha estado como un energúmeno exigiendo le que trabajara para él de manera fija desde que en su graduación Shoto le informó que por un tiempo haría su papel de héroe de manera parcial y paulatinamente durante sus primeros 3 años como héroe egresado de la Yūuei. Edeavor obviamente puso el grito en el cielo alegando que su hijo Su Heredero no podía ser un flojo que no cumple su papel de héroe a cómo debe de ser.
Pero Shoto ignorando al soberbio de su padre siguió con su decisión. Y Endeavor a regañadientes tuvo que ceder.
Así fueron los últimos 3 años para el joven de apenas 20 años. Sin días laborales fijos ni obligaciones extra impuestos por su padre. Claro que siempre daba de sí lo mejor y si era irrevocablemente necesario en misiones de rescate o en patrullas cumplía con éstas.
Él hacía lo mismo, más que nada porque así se lo había prometido a su madre, a su mentor y a Shoto, y a Él mismo claro. Que lo tomaría con calma antes de ser un héroe profesional en toda regla.
Desde su segundo año en la Yūuei ambos admitieron ante el otro que comenzaban a tener sentimientos más allá de la amistad o el compañerismo por el otro. Que se comenzaban a gustar. Pero no habían comenzado una relación formal hasta Diciembre del primer año como Héroes egresados de Yūuei.
Y ahora en su segundo aniversario de pareja, en aquel parque donde se habían sincerado a sus 17 años, buscaban la paz necesaria para sobrellevar la transición que se aproximaba, de estar casi todos los días juntos; a verse, con suerte, unas cuantas veces a la semana; a ser héroes profesionales a tiempo completo. Y Shoto parecía ser el más preocupado por ésto.
– Oye Izuku.
Le llamó luego de casi una hora de estar en total silencio. Pero sin apartar su mirada del azul cielo y sin alterar su posición en la manta sobre la que estaban en el suelo de su lugar especial en el parque.
– Dime Shoto
– ¿Puedes nombrar a Un HÉROE que fué o sea feliz...
La pregunta le tomó por sorpresa. Pero por más que pensó no logro evocar a un sólo héroe profesional que hubiese sido feliz... O al menos completa y genuinamente feliz. Su profesión, aunque bendita para muchos, incluyendo los a los dos, no se los permitía. Siempre habían pérdidas; de civiles y hasta familiares. Vivían con el constante miedo de que en cualquier momento perderían a alguien cercano o a un civil.
Eran escasos los héroes profesionales que gozaban de una vida laboral y personal buenas. Mucho más los que tenían pareja. Porque cuando eres un héroe en un mundo donde también hay villanos siempre estás en el ojo del huracán, al igual que tú familia y allegados...
– No puedes, cierto?
– No
Admitió apesadumbrado.