Shoto despierta después de un coma que lo tuvo tres meses postrado en cama.
El menor de sus problemas es todo el tiempo inconsciente.
¿El mayor de ellos? Es difícil decidir entre una amnesia retrógrada que le cede algunos recuerdos de preparatoria...
Abre la puerta con un golpe brusco y un montón de rostros borrosos giran a verlo por el estruendo.
Es una imagen tétrica, pero por algún motivo él no se siente en absoluto asustado por ello. Como si fuera una imagen usual en su cabeza.
Camina a pasos seguros hasta la fila del Fondo y el segundo asiento.
No logra ver su rostro pero estira los brazos sin ser realmente consciente, como si su cuerpo no le respondiera correctamente.
- Midoriya, por favor acepta mis sentimientos.
La voz era indudablemente suya, pero definitivamente no había querido decir éso.
Sintió una voz dulce viniendo de frente a él responderle con un tono amable.
- Todoroki-kun... - vió las manos ajenas cubrir el borroso rostro, como si intentara ocultar lágrimas o acaso una sonrisa- Por supuesto que sí Todoroki-kun.
Se sintió feliz a pesar de no poder ver el rostro de la persona a quien le confesaba sus sentimientos. No sabía cómo, pero de alguna manera había pasado meses intentando decirle eso y recibir una respuesta positiva.
Se abalanzó sobre el dueño de aquella voz dulce y le abrazó, disfrutó de su aroma mentolado y su calor. Se separó un poco para tomar las mejillas que no lograba distinguir y quiso unir sus labios con aquella mancha borrosa.
Algo dentro de su cabeza le decía que si le besaba, entonces todo lo que estaba borroso a su alrededor se tornaría nítido.
Acercó más sus labios hasta que pudo distinguir el aliento cálido viniendo de la persona contraria.
Giró su cabeza para que pudieran encajar de manera perfecta y disfrutar del contacto.
Estiró un poco más que cuello y...
Y despertó.
Abrió sus ojos, pese a lo pesados que se sentían sus párpados. Miró todo a su alrededor incapaz de reconocer una sola cosa en la habitación.
Todo era blanco y gris claro, había un gotero a su lado conectado con una bolsa de líquido que se veía como suero.
¿Dónde estoy?
Quiso lanzar la pregunta al aire para que alguien más la respondiera, pero sus labios se encontraban sellados y resecos, su garganta se sentía deshidratada y rígida.
- Mmhm- obligó a su garganta a hacer aquel sonido y apenas unos segundos después sintió un apretón en su mano.
Bajó la mirada y ahí sentada en una posición que se veía incómoda mientras apoyaba su torso sobre la camilla, como si fuera a dormir así, se encontraba una mujer.
Era bastante atractiva.
Tenía el cabello negro, los ojos grises y una sonrisa dulce.
Claro que toda sonrisa era dulce cuando la acompañaban con lágrimas de felicidad.
- Oh Dios mío, Shoto- sollozó de manera suave- estás despierto.
Ella quiso acercarse y abrazarlo. Aprisionarlo contra su pecho y tal vez después derramar más lagrimas de felicidad.
Pero a Shoto ése acto no le causó nada más que alarma.
- ¿Quién eres tú?
Su pregunta, que había sido vocalizada con una voz rasposa e incómoda, acababa de ser oída por el doctor que precisamente entraba en la habitación.
Su pregunta, que le había parecido tan razonable en medio de pensamientos de pánico y miedo ante lo desconocido, dibujó en el rostro de la mujer cuyo nombre era desconocido una verdadera expresión de alerta. Sus bonitas fracciones se habían desfigurado para darle paso al verdadero terror y desentendimiento.
- ¿Shoto? cariño, soy yo- una sonrisa desesperada se adueñó de su rostro.
Sus ojos, que antes habían parecido amables y hermosos, ahora le parecían a Shoto aterradores y dignos de desconfianza.
- Shoto, soy tu esposa- pronunció ahogando el llanto, sus ojos parecían perdidos buscando en el rostro del hombre en la camilla alguna señal de que fuera reconocida.
Eso es mentira- pensó Shoto- Debe ser mentira.
Quiso abrir sus labios una vez más, quiso reincorporarse y decirle lo más recompuesto que pudiera que aquello que acababa de decir era completamente absurdo.
Porque si fueras mi esposa, pensó una vez más, si fueras mi esposa no habría manera de que te olvide.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Holiboli! Aquí estoy otra vez JAJAJAJ. -en muy poco tiempo le hago un marcador a ésta historia, juradito-
Voy a repetir aquí la dinámica, la novela que será publicada a continuación es "Narcisista" pero a penas la acabe o incluso mientras la escribo, publicaré los capítulos de otra novela. Ustedes pueden decidir cuál será la siguiente publicada, ¿De qué manera? Muy fácil: votando por los capítulos disponibles en la novela de su preferencia.
La que tenga más votos para cuando acabe con "Narcisista" -o cuando tenga tiempo libre- será en la que trabaje para traerles una publicación.
Recuerden que sus votos me animan a escribir y sus comentarios a mejorar.
